“Debemos basarnos en la experiencia de las Iglesias”

Los presidentes de la UE reclaman la ayuda de las religiones contra la pobreza

(María Gómez) Unos veinte altos representantes de las religiones en Europa (cristianismo, judaísmo e islam, y las comunidades hindú y sij) participaron en Bruselas, el 19 de julio, en un debate sobre los métodos más eficaces para combatir la pobreza y la exclusión social. Si una semana antes eran los delegados de las Iglesias europeas los que confirmaban su compromiso en esta lucha (VN, nº 2.716), ahora han sido los principales líderes políticos de las instituciones de la Unión Europa (UE) los que han pedido ayuda a las religiones para acometer esta tarea.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, lo expresaba así: “En Europa, varios millones de ciudadanos viven al borde de la exclusión social. Es triste constatar este hecho en una de las regiones más ricas del mundo. A medida que Europa se recupera de esta crisis, deseo ver una generación de crecimiento que integre a los más vulnerables en el grueso de la sociedad”. Y añadía: “Las Iglesias y las comunidades religiosas son importantes proveedores de servicios sociales en los Estados miembros de la UE. Si queremos combatir la pobreza de manera efectiva, es fundamental basarnos en su larga y amplia experiencia”.

La declaración de 2010 como Año Europeo de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social es muestra de la preocupación institucional, como lo es la estrategia Europa 2020, adoptada para evitar el “declive” de la economía en una “crisis que no tiene precedentes”. Aunque la estrategia pretende reducir en 20 millones el número de europeos en riesgo de pobreza, ha recibido diversas críticas que recuerdan la falta de compromiso de los Estados para con la fracasada Agenda Lisboa.

Justicia social, en el centro

Los líderes religiosos expresaron su apoyo a la estrategia Europa 2020 y a sus objetivos sociales y educativos, pero advirtieron que sólo será posible superar la crisis si las personas y la justicia social constituyen el núcleo de las políticas. Para el cardenal Peter Erdö, presidente de la CCEE, la pobreza no debe reducirse a una cuestión material, sino que ha de comprenderse en un contexto más amplio, como una cuestión antropológica para definir las necesidades del ser humano.

Por otra parte, este encuentro (el sexto, desde que Durão Barroso los instituyese en 2005) ha hecho patente la voluntad de cooperación recíproca entre la UE y las comunidades religiosas, tal y como establece el Tratado de Lisboa, cuando pide “un diálogo abierto, transparente y regular”.

En el nº 2.717 de Vida Nueva.

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