Esteban Escudero, de Valencia a Palencia

El obispo pone a los jóvenes y a la cuestión social entre sus prioridades

Entre Osoro y Benavent, el día en que se anunció su despedida

(José Ramón Navarro Pareja– Valencia) Con “sentimientos encontrados de tristeza y de alegría” acogió Esteban Escudero su nombramiento como nuevo obispo de Palencia. El hasta ahora obispo auxiliar de Valencia, de 64 años, ocupa así la sede palentina, vacante desde que José Ignacio Munilla fuera trasladado a San Sebastián, hace seis meses. “Los jóvenes y la cuestión social” son las prioridades de trabajo que el nuevo prelado ha fijado para la diócesis, de la que tomará posesión el próximo domingo 29 de agosto.

En una carta a sus nuevos diocesanos, Escudero destacó que no conoce “más que por lecturas y referencias a la Iglesia particular de Palencia”, aunque recordó sus “antiguas raíces castellanas”, pues su padre nació en un pueblo de la Tierra de Campos (Zamora). Munilla, hasta ahora administrador apostólico, destacó del nuevo prelado su “gran capacidad intelectual” y su “cercanía con los fieles y una gran capacidad comunicativa”. Por su parte, el arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, aseguró que la diócesis de Palencia “tiene que estar de fiesta porque recibe a un obispo que es ejemplo de entrega, servicio, donación y fidelidad”.

Escudero (Valencia, 1946) fue ordenado sacerdote en 1975. Después de cuatro años como coadjutor en Carlet, y tras obtener el doctorado en Filosofía en la Gregoriana de Roma, ejerció la docencia en varias instituciones universitarias. A finales de 2000, Juan Pablo II le nombró obispo auxiliar de Valencia. También fue el representante de la diócesis en la fundación encargada de preparar el Encuentro Mundial de las Familias de Valencia, en 2006.

Sólo queda un auxiliar

Con su marcha, la diócesis de Valencia se queda sólo con uno de los tres obispos auxiliares con que contaba cuando hace un año y dos meses Carlos Osoro sustituyó al cardenal Agustín García-Gasco. Dada la extensión y la complejidad de la diócesis, que además ha emprendido una reorganización de arciprestazgos y vicarías, es muy probable que en breve se inicie el procedimiento para el nombramiento de un nuevo auxiliar. De igual forma, no parece probable una inminente salida del único auxiliar que resta en la diócesis, Enrique Benavent, quien está mostrando un estrecho grado de colaboración en el gobierno de la diócesis junto al arzobispo Osoro, y que ha sido clave en los últimos nombramientos de vicarios episcopales.

En el nº 2.716 de Vida Nueva.

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