Sebastián Mora: “La crisis va a durar más para los pobres”

Secretario general de Cáritas Española

(Texto: Miguel Ángel Malavia. Fotos: Luis Medina) A sus 44 años, casado y con tres hijos, a este malagueño le define, ante todo, una palabra: compromiso. El mismo que ha mantenido a lo largo de dos décadas en Cáritas, a donde llegó como voluntario en una casa para la atención de enfermos de sida, y en la que hoy ocupa la cabeza visible –en diciembre del pasado año fue designado como nuevo secretario general, sucediendo en el cargo a Silverio Agea–.

– Ha llegado a Cáritas en un momento especialmente difícil… La crisis les ha obligado a multiplicar sus esfuerzos por tratar de atender a todas las personas que llegan en búsqueda de ayuda. ¿Creen que lo peor puede estar por llegar?

Tenemos que ver cómo organizarnos mejor, cómo generar más comunión, cómo implicar a más gente. Sin duda, es un período muy complejo, en el que mucha gente está sufriendo mucho, pero también la crisis ha de ser un tiempo de oportunidad. En cuanto al tiempo de extensión de la crisis, no tengo la capacidad para decir si estamos o no ante lo peor. Pero sí es verdad que, en España, hay una cierta protección social que va a ir desapareciendo, con lo cual, los efectos negativos van a ir en aumento. Eso sí, lo que sí hay es algo seguro, y es que esta crisis viene con resaca. Es decir, las consecuencias de la crisis para los más pobres van a seguir durante más tiempo del que todos deseamos.

– Hace unos meses afirmó que, si la ciudadanía les apoyaba en la declaración de la Renta, podrían atender a doce millones de personas en vez de a seis. En espera de conocer los resultados finales, ¿cuáles son sus perspectivas?

Si analizamos el apoyo de la ciudadanía por otros medios que no sean la cruz, podemos pensar que va a ser una buena campaña del IRPF en el sentido de un mayor número de personas implicadas. Más allá del dinero, es importante que la gente sea consciente de que en su mano tiene la capacidad de ayudar a muchas personas, y sin que les cueste nada. Esto es esencial. Hay mucho desconocimiento en torno a la contribución del 0,7%, y sin embargo es algo que, sin costarle nada, puede ayudar a muchísimas personas a las que les cuesta mucho vivir.

Invertir en la persona

– Se han mostrado muy críticos con el llamado ‘tijeretazo’ social del Gobierno. ¿Puede agravar más la crisis que viven en particular muchas personas?

Antes de conocer el ‘tijeretazo’ pedíamos un gran Pacto de Estado de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social. Con lo cual, si no sólo no vamos a incrementar, sino que vamos a disminuir las políticas sociales, evidentemente, el efecto para los más pobres se va a notar. Creo que nos tenemos que formular varias preguntas: ¿quién tiene que pagar la crisis? ¿Quién la está pagando? ¿A quién vamos a ayudar para salir de ella? Además, tenemos que tener muy claro un concepto: el gasto social es inversión en la persona. Seguro que hay que ser mucho más austeros y hacer sacrificios, y no pedimos gastar por gastar. Sólo pedimos que lo que se gaste se haga en las personas más pobres.

– Si el Gobierno les pidiera opinión sobre el mejor modo de salir de la crisis, ¿qué medida sería la primera que le ofrecerían?

Le hemos hecho al Gobierno cantidad de propuestas. En nuestro Plan de Políticas Sociales para 2010-2020 apostamos por pensar las cosas de abajo a arriba, desde los más pobres. Por eso es fundamental erradicar las manifestaciones más graves de la pobreza y la exclusión social, a nivel nacional e internacional, cumpliendo con el Objetivo del Milenio número uno: erradicar la pobreza extrema y el hambre. En España, por ejemplo, debería haber un sistema de ingresos mínimos garantizado como derecho subjetivo y que contribuyera a la erradicación de la pobreza infantil.

– ¿Hay esperanza en que lo que resulte de la crisis sea mejor que lo que conocíamos antes?

Tengo mucha esperanza en que los pueblos se unan para luchar por la dignidad de las personas, en que la Iglesia esté cada día más comprometida con los pobres de la Tierra, en que los pobres puedan ir siendo protagonistas de su vida, en que todas las personas del mundo de buena voluntad nos unamos, nos comprometamos y seamos capaces de crear una sociedad nueva. Si no viviera con esperanza, no estaría aquí haciendo esta entrevista.

Más información en el nº 2.715 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, vea la entrevista completa aquí.

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