SOS brasileño tras las inundaciones

Cáritas y la CNBB se suman al dispositivo solidario del Gobierno

(Graziela Cruz– Brasil) Las fuertes lluvias caídas el pasado mes de junio en el noreste de Brasil han dejado un escenario de tragedia sin precedentes en diversas ciudades de los Estados de Alagoas y Pernambuco. Hasta ahora, han sido contabilizados 54 muertos, pero el número puede ser mucho mayor, porque todavía hay una gran cantidad de desaparecidos. Más de 200.000 damnificados en ambos Estados sufren la falta de agua, alimentos y vivienda (150.000 personas perdieron sus casas y todo lo que tenían), mientras que muchos edificios públicos (iglesias, escuelas, hospitales, centros de salud, oficinas…) fueron destruidos. También las carreteras y un total de 142 puentes se han visto seriamente afectados, lo que dificulta el reparto de la ayuda humanitaria.

Según Defensa Civil, el río Mundaú creció seis metros repentinamente el día 18 en Alagoas, anegando 28 municipios, 15 de los cuales decretaron el “estado de calamidad pública”. Otras 17 ciudades están en “estado de emergencia”. En Pernambuco, se vieron afectados 67 municipios, de los que 12 permanecen en “estado de calamidad pública”.

La respuesta solidaria ha llegado de todas las partes de Brasil y del exterior. Toneladas de alimentos, agua, ropa y medicamentos han partido de distintas ciudades brasileñas hacia los lugares inundados. El Ministerio de Salud, por su parte, envió lotes con 200.000 dosis de vacunas, diluyentes y 13.000 unidades de suero.

El Gobierno Federal, mientras tanto, decidió establecer una Oficina de la Crisis en Brasilia para supervisar la situación en ambos Estados, coordinada por la Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN). El presidente, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva, visitó algunas ciudades arrasadas por las inundaciones en Pernambuco y prometió el envío de 1,5 millones de dólares desde el Gobierno Federal para ayudar en la reconstrucción de las ciudades destruidas. El mandatario aseguró que no habrá burocracia en la asignación de recursos para las víctimas de las inundaciones.

También el Consejo Permanente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha querido mostrar su solidaridad con las víctimas de esta tragedia. “Nos enteramos con mucho dolor y tristeza de las noticias de las inundaciones […]”, desvela una nota episcopal que quiere ser “expresión de solidaridad, consuelo y esperanza”. Los prelados piden “fuerza al Dios de la vida, que se haga presente por las manos de aquéllos que son solidarios y ayudan en la reconstrucción de la vida”. Finalmente, los firmantes del texto reconocen que siguen “con interés los esfuerzos de los organismos públicos gubernamentales para encontrar soluciones”, aunque esperan “soluciones estructurales”.

Cáritas Brasileña y la Regional del Noreste II de la CNBB han lanzado una campaña de emergencia titulada SOS Pernambuco y Alagoas a favor de los afectados por las lluvias. Los donativos en metálico pueden ser depositados en el Banco do Brasil, Agencia 3505-X, Cuenta Corriente 5821-1.

gaparecida@vidanueva.es

En el nº 2.714 de Vida Nueva.

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