El libro religioso se mantiene estable a pesar de la crisis

Libreros, distribuidores y editores reflexionan en Madrid sobre los retos del sector

(Miguel Ángel Malavia) Treinta editoriales a nivel nacional y más de 15.000 títulos disponibles conforman la parte más visible de un sector, el del libro religioso, que trata de adaptarse al discurrir de los nuevos tiempos. Para encauzar esta tarea, libreros, distribuidores y editores han convocado, los días 25 y 26 en Madrid, la I Jornada sobre el Libro Religioso en España.

Luis Miguel Esteban, coordinador de la Comisión de Editores del Libro Religioso (CELR), convocante del encuentro, desglosa para Vida Nueva las razones que hacen necesaria una cita así en este preciso momento: “Son muchos factores los que intervienen en el actual contexto. Uno básico es que, debido al avance de lo digital, se está produciendo un cambio, en general, en todo el sector del libro. Este nuevo proceso nos obliga a movernos. Otro importante es que nuestro sector particular tiene una tradición de largos años, lo que conlleva que prevalezcan muchos hábitos y conductas ya establecidas. Como en todas las cosas, llegan momentos en que es bueno iniciar procesos de reflexión. En nuestro caso, debemos analizar nuestros modos de distribución y promoción”.

Pese a todo, para Esteban, perteneciente a la Editorial Encuentro, no hay que volverse locos a la hora de reestructurar el mercado editorial religioso. No hay lugar para revoluciones: “Nuestro sector tiene una buena vida. La clave es que el libro religioso no deja de venderse ni de ser solicitado por un porcentaje estable de lectores que llegan hasta unas páginas para encontrar en ellas respuestas a las preguntas que se plantean”. Así, la existencia de un perfil de lector que desarrolla hábitos de lectura fidelizados en torno a la búsqueda de la trascendencia, asegura que las editoriales que trabajan específicamente en la elaboración de manuales catequéticos o de formación, ensayos espirituales o tratados teológicos, por citar algunos ejemplos, no se encuentren con los problemas a los que se enfrentan géneros “como el best seller, que se ha hundido” en las últimas temporadas.

Influencia de la crisis

Esto no quiere decir que la vigente crisis económica no afecte a las editoriales religiosas, pero sí que lo está haciendo de un modo más amortiguado: “Se percibe un clima de incertidumbre; además de que se ha notado un bajón en las ventas, sobre todo el año pasado, que fue un momento de gran ajuste interno. Pero, por ahora y en espera de la evolución de la próxima campaña de Navidad, que marcará el balance definitivo del curso, el 2010 está siendo un año de estabilidad”.

No cabe duda de que uno de los temas de las jornadas será la reflexión sobre la evolución y el camino a seguir en un futuro más o menos inmediato. En este sentido, Esteban tiene claro que, “queramos o no, la apuesta por lo digital ha de ser una acción fundamental”. Aunque no única ni excluyente. Pese a las voces que vaticinan la desaparición, a medio o largo plazo, del libro tradicional, “durante muchos años convivirán el libro digital y el de papel. Por supuesto que debemos de actualizarnos, pero sin despreciar el libro como lo conocemos hoy. Éste nunca desaparecerá”.

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LIBRERÍAS COMO PROMOTORAS CULTURALES


Ejemplo de la creciente presencia del sector religioso en el mundo editorial, es el hecho de que la treintena de editoriales católicas más importantes, encuadradas en la CELR, estén promoviendo en los últimos años estrategias para una acción común que les facilite mantener un carácter propio en el mercado. Precisamente, de este afán de colaboración ha nacido la idea del encuentro de Madrid.

En esta primera edición se hará hincapié en que las librerías hagan el esfuerzo por diseñar secciones específicas y atractivas para el libro religioso. En este sentido, Luis Miguel Esteban apuesta por un nuevo modo de entender el papel de las librerías: “Éstas no han de ser sólo un lugar de venta e intercambio de libros. Deben ir más allá y buscar ser ellas mismas promotoras de la cultura, promoviendo iniciativas imaginativas tanto en su ámbito particular como a través de Internet”. Por ahora, la organización de coloquios y la creación de catálogos web es el camino que siguen las librerías más adelantadas.

En el nº 2.713 de Vida Nueva.

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