Richard K. Baawobr: “África ofrece a la Iglesia la convicción de que la fe se vive en comunidad”

Superior General de los Padres Blancos

(Texto y fotos: Darío Menor) Cuando, en la segunda mitad del siglo XIX, el cardenal Charles Lavigerie, arzobispo de Argel, fundó la Sociedad de los Misioneros de África, dio tres premisas a sus miembros: “Hablad la lengua del pueblo, comed lo que ellos comen y vestid como lo hacen ellos”. Hoy esta integración  ha alcanzado un grado máximo con la elección de su primer Superior General africano, Richard K. Baawobr. Nacido en Ghana hace 51 años, este hombre alto y de complexión  atlética se formó en Europa antes de ser enviado a Congo y Tanzania, volviendo luego a Roma como primer asistente de su antecesor, el P. Gerard Chabanon.

¿Qué importancia tiene para usted que los Padres Blancos hayan elegido al primer Superior General africano de su historia?

Es un gesto de confianza hacia África. Nuestro fundador amaba profundamente el continente africano y creía que nosotros, como misioneros, empezábamos la primera parte del trabajo, pero éste debía ser continuado por los africanos cuando se convirtiesen al cristianismo. Hoy hay un gran número de misioneros africanos, lo que muestra que se ha hecho realidad lo que decía nuestro fundador. El hecho de que ahora haya sido elegido un africano no significa que, a partir de ahora, todos los superiores deban ser de ese continente.

– La Iglesia ya cuenta con cardenales, obispos y superiores generales africanos. ¿Piensa que está preparada para un Papa de este continente?

¿Por qué no? No sé quién podría ser el primer Papa africano, pero entre los cardenales de este continente hay quienes tienen la competencia para ser sucesores de san Pedro. Uno de ellos es el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, que es al que mejor conozco y quien, sin duda, tiene la capacidad.

– ¿Qué ofrece África a la Iglesia?

Una cierta vitalidad y la convicción de que la fe no se vive en soledad, sino en comunidad. Para nosotros, africanos, las comunidades son importantes. Gracias a ellas nos ayudamos los unos a los otros y llevamos hacia delante la Buena Noticia a otras personas que no están insertas en la comunidad.

– Los Padres Blancos nacieron en Argelia, tierra tradicionalmente del islam. ¿Cómo será su empeño en los próximos seis años para impulsar el diálogo interreligioso con los musulmanes?

Durante este último Capítulo General hemos hablado sobre la necesidad de apoyarnos en los hermanos que están formados, que han estudiado el islam y las religiones tradicionales africanas. Al tratar con el islam, sobre todo es importante tener una buena preparación lingüística y religiosa. Estamos, además, pensando en crear una nueva figura, un coordinador para el Consejo General de todo lo que tiene que ver con la misión, sobre todo el diálogo con el islam, y las cuestiones de justicia y paz.

– ¿Cuál ha sido la mayor aportación del último Sínodo sobre África?

Seguramente, ha sido la confianza mostrada en África. Han demostrado que ya existen experiencias sobre reconciliación, justicia y paz, pero que siempre se puede hacer más. Como cristianos, tenemos un mensaje de reconciliación, porque nosotros mismos nos hemos reconciliado con Dios por la muerte y resurrección de Jesús. Debemos llevar este mensaje de reconciliación con el prójimo y con la comunidad.

Más información en el nº 2.713 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la entrevista completa aquí.

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