Significativo encuentro con el mundo de la cultura

(A. Pelayo– Enviado especial a Portugal) Ansiosos por encontrar titulares sobresalientes, los medios no han dado la importancia que se merece al encuentro de Benedicto XVI con el mundo de la cultura, el 12 de mayo, en el Centro Cultural de Belén, una elegante estructura arquitectónica situada entre el imponente Monasterio de los Jerónimos y la Torre de Belén.

Además de las ministras de Cultura, Gabriela Canavilhas, y de Educación, Isabel Alçada, estaban presentes algunos exponentes de la galaxia cultural portuguesa, como Rui Vilar, presidente de la Fundación Gulbenkian; el profesor Francisco Pinto Balsemao; o el cineasta Manoel de Oliveira, quien, a sus 101 años de edad y con más de 50 películas a sus espaldas, tomó la palabra para saludar al Papa, “como miembro de la familia cristiana, con la que comparto los valores que son las raíces de la nación portuguesa y, guste o no, de toda Europa”. “La religión y el arte –dijo también– están íntimamente, aunque de modo diverso, dirigidas al hombre y al universo, a la condición humana y a la naturaleza divina. ¿No es aquí donde reside la memoria y la nostalgia del paraíso perdido del que nos habla la Biblia, tesoro inacabable de nuestra cultura europea?”.

En su discurso, el Pontífice citó al poeta nacional Luís de Camões en su poema épico Os Lusíadas para reafirmar que en esta hora crítica de la historia humana se requiere una audacia profética para “añadir mundos al mundo”. En un párrafo anterior había afirmado que “hay que hacer todo un esfuerzo para aprender la forma en que la Iglesia se sitúa en el mundo, ayudando a la sociedad a comprender que el anuncio de la Verdad es un servicio que ella ofrece a la sociedad, abriendo nuevos horizontes de grandeza y dignidad. (…) La convivencia de la Iglesia, en su firme adhesión al carácter perenne de la verdad, con el respeto a otras ‘verdades’ o con la verdad de los otros, es un aprendizaje que la misma Iglesia está haciendo. En este respeto dialogante pueden abrirse nuevas puertas a la transmisión de la verdad”.

apelayo@vidanueva.es

En el nº 2.708 de Vida Nueva.

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Ver la crónica-resumen del viaje: Benedicto XVI en Portugal: estímulo para creyentes y no creyentes

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