“Urgen testigos de Cristo entre los políticos y los intelectuales”

El Papa pide a los obispos de Portugal que promuevan un laicado maduro

(M. GómezEnviada especial) Después del encuentro que Benedicto XVI ha mantenido con los agentes de la Pastoral Social en Portugal, el Papa procedía al último acto de la agenda oficial para hoy, jueves 13 de mayo: la reunión con los obispos. Entre otras cosas, les ha exhortado a que promuevan un laicado maduro que no se avergüence ni le dé la mano al secularismo.

Ha sido a las 18:45 h., en el Salón de la Casa Nuestra Señora del Carmen, en Fátima. La última vez que Benedicto XVI se reunió con el conjunto de los obispos portugueses fue durante la visita ad limina de noviembre de 2007. Entonces dolió un poco el desafío que les lanzó el Papa, al referirse a la necesidad de “cambiar el estilo de organización de la comunidad eclesial portuguesa y la mentalidad de sus miembros para tener una Iglesia al ritmo del Concilio Vaticano II”.

El presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP), Jorge Ortiga, asegura que los obispos han estado repensando la acción de la Iglesia. En su saludo al Papa esta tarde, ha garantizado que quieren priorizar la fe “como encuentro con el Resucitado” y “caminar hacia un nuevo estilo de vida, marcado por el compromiso y por la pasión” hacia Portugal, que necesita “una urgente evangelización”.

“Factores de perturbación” en Portugal

Y es que, según Ortiga, existe una campaña que quiere situar a la Iglesia católica “en el mundo de los retrógrados”.

El también arzobispo primado de Braga sostiene que Portugal está pasando por “factores de perturbación” como el “ateísmo”, “atropellos a la vida y a la institución familiar”, “desnorte en el plano ético” y “miseria social”. Por todo ello ha pedido al Papa “palabras orientadoras”.

Benedicto XVI ha sido muy claro cuando exhortó a los obispos que estimulen a los fieles en su compromiso, con la vista puesta en un “laicado maduro, identificado con la Iglesia, solidario con la compleja transformación del mundo”.

Creyentes avergonzados

El Papa echa de menos “verdaderos testigos de Jesucristo”, sobre todo en los ambientes donde “el silencio de la fe es más amplio y profundo: políticos, intelectuales, profesionales de la comunicación que profesan y promueven una propuesta monocultural con un menosprecio a la dimensión religiosa y contemplativa de la vida -dijo, y lamentó-: En tales ámbitos no faltan creyentes avergonzados que dan la mano al secularismo, constructor de barreras a la inspiración cristiana”.

Intentando, quizá, orientar lo mejor posible, el Pontífice no se ha quedado ahí, sino que ha ofrecido recetas concretas a los obispos: conocer y comprender los diversos factores sociales y culturales, evaluar las “carencias espirituales” y “programar eficazmente los recursos pastorales”. “Decisivo, pues, es conseguir inculcar en todos los agentes evangelizadores un verdadero ardor de santidad”.

La nueva primavera de los nuevos movimientos

Como ejemplo de que este perfil del cristiano es posible, Benedicto XVI ha comentado la “agradable sorpresa” que le produjo su contacto con los movimientos y nuevas comunidades eclesiales. Sin especificar ninguna de éstas, ha agradecido la “nueva primavera” que ha impulsado el Espíritu a través estos grupos.

No obstante, también les ha pedido a ellos algo significativo: “Condición necesaria, naturalmente, es que estas nuevas realidades quieran vivir en la Iglesia común” y que su vida “se vuelva fecunda para todos los demás”.

En este sentido, los nuevos movimientos “deben someterse a la guía de los pastores”, que “no son sólo personas que ocupan un cargo”.

El Papa ha indicado la relación de reciprocidad que debe existir entre los obispos y estas comunidades eclesiales: “Por un lado, debemos sentir la responsabilidad de aceptar estos impulsos que son dones para la Iglesia y le dan nueva vitalidad, pero por otro, debemos también ayudar a los movimientos para que encuentren la entrada justa, con correcciones hechas con comprensión, la comprensión espiritual y humana que sabe unir guía, gratidud y una cierta apertura y disponibilidad para aceptar aprender”.

Paternidad episcopal para con el clero

El Papa se ha dirigido a los obispos en el contexto de este Año Sacerdotal que está próximo a concluir: “Redescubrid la paternidad episcopal sobre todo para con vuestro clero. Durante demasiado tiempo se ha relegado a un segundo plano la responsabilidad de la autoridad como servicio al crecimiento de los otros, y antes que nadie, de los sacerdotes”, ha considerado el Pontífice, que ha aclarado que “no se trata de volver al pasado”, sino de “recuperar el fervor de los orígenes, de la alegría del inicio de la esperanza cristiana”.

Finalmente, Benedicto XVI ha alabado el servicio que los obispos portugueses prestan a la acción social, a través de las organizaciones existentes, a las que ha pedido “creatividad para corresponder a todas las pobrezas”, incluidas la falta de sentido en la vida y de esperanza.

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