(V. Lara) Una persona entregada a su tarea”, “con un profundo respeto a la independencia y a la libertad”, “gran servidor de la Iglesia”. Son algunos de los calificativos que, desde el ámbito de la Iglesia y de los medios de comunicación, se han escuchado estos días, dirigidos al que fuera presidente de la COPE y vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Bernardo Herráez, fallecido el domingo 18 de abril a la edad de 80 años.
Nacido en la localidad abulense de Gamonal de la Sierra en 1930, compatibilizó sus estudios eclesiásticos con la licenciatura en Biología y fue ordenado sacerdote con 23 años. En 1975 fue trasladado a Madrid, donde, desde 1977 hasta 2005, formó parte de la Conferencia Episcopal, primero como gerente y luego como vicesecretario para Asuntos Económicos. En 1976 fue designado consejero delegado de la cadena COPE, de la que también fue presidente hasta el año 2006. Desde entonces, era presidente de Honor de la emisora, de la que está considerado uno de sus grandes impulsores, junto con Antonio Montero, José Luis Gago o Joaquín L. Ortega.
El recuerdo de Herráez también ha estado presente durante la XCV Asamblea Plenaria de la CEE. Su presidente, Antonio María Rouco Varela, le ha definido como “una persona entregada a su tarea e incansable en la entrega”. El arzobispo castrense, Juan del Río, ha destacado la “discreción y la eficacia” de Herráez, mientras que el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, le ha recordado como alguien que sabía hacer fácil a los demás “aprender lecciones complicadas”.
Destacó también la presencia episcopal en la Misa Funeral en honor de Herráez, en la parroquia de San Juan Crisóstomo de Madrid.
En el nº 2.704 de Vida Nueva.
