(Maite López Martínez) Los discos recopilatorios suelen ser bastante útiles. Por razones comerciales y de producción, acostumbran a tener muy buen precio. Es un formato variado y popular, con buena acogida entre el público. Es habitual en fórmulas de radio como los 40 Principales, Cadena 100 o Kiss FM, pero poco común en la música cristiana.
La editorial San Pablo acaba de sacar a la calle un disco de estas características: Ante la cruz. Canciones para adorar. Concentra una selección de temas que hablan explícitamente de la cruz de Cristo y otras que, sencillamente, ayudan a rezar delante de ella, en actitud de adoración. Es un recopilatorio elaborado como material para las celebraciones de acogida de la cruz de la próxima JMJ y, por tanto, destinado sobre todo a un público joven.
Para adaptarse al target al que va dedicado, ofrece variedad de ritmos, estilos y lenguajes. Se incluyen canciones muy conocidas, como Sé mi luz, del grupo de Carmelitas de Vedruna Ain Karem; Cuándo soy débil, del popular Martín Valverde o Nada te turbe, de la comunidad de Taizé. En otros casos, se rescatan algunos temas bastante menos conocidos, pero de una gran belleza y profundidad: Ante la cruz, del grupo de Teresianas de Poveda Al Haraca; Mi cruz, de la religiosa de María Inmaculada Mª Ángeles Ruiz; Tierra de bendición, de las Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza; la hermosa plegaria ignaciana Te veo en la cruz, compuesta por Borja Iturbe e incluida en el disco Esencia de todo; o Adorémosle, con letra de san Francisco de Asís y música del sacerdote José Antonio Díaz.
Un disco que llega, además, a las puertas de la Semana Santa y que puede acompañar las muchas pascuas juveniles que se celebran a lo largo y ancho de la geografía española.
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En el nº 2.700 de Vida Nueva.
