“Podríamos ayudar a doce millones de personas”

Sebastián Mora, secretario general de Cáritas, pide que se marque la ‘X’ de ‘Fines Sociales’ junto a la de la Iglesia

Sebastián Mora

Sebastián Mora

(Miguel Ángel Malavia) Si todos los ciudadanos hiciesen este sencillo gesto –el de marcar en la próxima declaración de Hacienda, además de la de la Iglesia católica, la casilla correspondiente a Fines Sociales–, las entidades sociales podríamos atender a doce millones de personas y no a seis, como venimos haciendo ahora con esos fondos”. Con esta llamada de atención, el nuevo secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, solicitó el apoyo ciudadano a su organización de cara a una significativa mejora en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, cuya permanencia en nuestro mundo contemporáneo calificó de “injusta, desproporcionada y contradictoria”. En su intervención, que tuvo lugar el lunes 15 en Madrid, en el marco de un coloquio organizado por el Foro de la Nueva Sociedad, fue rotundo al afirmar que “en la lucha contra la pobreza nos jugamos nuestro ser más profundo, el ser persona en sociedad”.

Idéntica claridad mostró en la advertencia de que “la crisis habitaba ya entre nosotros”. Así, se mostró contrario a las voces que afirman que la crisis económica no es sino una etapa particular y pasajera: “La actual coyuntura social y económica no ha sido producida por la mala fortuna, por el azar o por una ruptura extraordinaria de la normalidad. La realidad que hoy vivimos es heredera de nuestro tiempo. De aquellas aguas vienen estos lodos (…) El mundo estaba ya en crisis”. Sebastián Mora se apoyó en los datos del VI Informe FOESSA, que ya mostraba cómo, en los considerados como “los años de bonanza”, hasta 2007, en España “la pobreza se mantenía en el 20% y la desigualdad aumentaba”.

A su vez, precisó que es evidente que “en estos momentos estamos peor”; situación ésta que ha motivado a la organización social de la Iglesia a tratar de extender al máximo sus posibilidades de acción: “El año pasado atendimos a 800.000 personas en servicios de acogida y atención primaria”. Lo que resulta especialmente significativo, teniendo en cuenta que del 2007 al 2009, en sólo dos años, “se ha duplicado” la cifra de personas atendidas en servicios básicos, multiplicándose en un 100% la actividad de Cáritas con los más desfavorecidos. Tendencia que va en aumento, puesto que también advirtió que, pese a no contar aún con datos concretos, “la situación en este primer trimestre de 2010 es aún peor que la del año pasado”… por lo que “las consecuencias sociales de la crisis van a seguir afectando a los más pobres durante varios años más”.

Verdaderas políticas sociales

TrabajadorEn presencia de representantes de la clase política, como Pedro Zerolo (secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del PSOE) o Ana Pastor (coordinadora de Participación Social del PP), el secretario general de Cáritas llamó a la necesidad de desarrollar verdaderas y profundas políticas contra la pobreza y la exclusión social, en consonancia con “una manera distinta de mirar el mundo económico y social” que sitúe “la economía al servicio de la persona”, y no al revés. A su juicio, “no se trata sólo de cantidad y dinero”, sino de un “compromiso ético y social” que incluya a todos los segmentos de la vida pública. Para ello, “no podemos ahondar en el viejo capitalismo”, situándose el cambio dentro de las estructuras del modelo económico y social imperante, sino que “necesitamos soluciones nuevas”.

CRISIS DE ESPERANZA

En la búsqueda de una salida a la crisis global imperante, Sebastián Mora pidió apostar por “un modelo antropológico distinto”, alejado de la actual “sociedad individualista” y que potencie el tejido social en un sentido colectivo y solidario, “reinventando el espacio público como lugar de deliberación y diálogo en común”. Para ello, hizo hincapié en la necesidad de “un tono vital enérgico, magnánimo y lúcido”, que supere “la crisis de esperanza en la que estamos sumidos”. “Creo que un problema radical para luchar contra la pobreza y la exclusión social es la falta de esperanza que mostramos en poder ganar la batalla (…) La persistencia de la pobreza manifiesta de manera cruenta la pereza moral y política de nuestras sociedades”, advirtió. Para, finalmente, concluir: “No podemos mirar hacia otro lado cuando la mayoría de las personas de este mundo sufren la pobreza, en sus diversas e intensas manifestaciones, y cuando muchas zonas de nuestro planeta Tierra están excluidas”.

En el nº 2.700 de Vida Nueva.

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