El Papa pide responsabilidad a empresarios y gobernantes

Benedicto XVI se solidariza con los trabajadores especialmente afectados por la crisis económica

Trabajadores-en-S-Pedro-2(Antonio Pelayo– Roma) Cuando entre los hechos que uno debe reseñar, ninguno destaca sobre los otros, los manuales de redacción periodística aconsejan el método cronológico. Es lo que haremos esta semana utilizando la marcha atrás, es decir, comenzando por los más recientes. El 31 de enero, Benedicto XVI dedicó su alocución del Angelus a glosar el ‘himno a la caridad’ de la carta de san Pablo a los Corintios: “La crisis económica está causando la pérdida de numerosos puestos de trabajo y esta situación exige un gran sentido de la responsabilidad por parte de todos: empresarios, ­trabajadores, gobernantes. Pienso en algunas difíciles realidades de Italia como, por ejemplo, Termini Imerese o Portovesme [localidades donde hay una fábrica de FIAT y otra norteamericana de producción de aluminio, ambas amenazadas por cierre]. Me asocio, por lo tanto, al llamamiento de la Conferencia Episcopal Italiana, que ha pedido con fuerza que se haga todo lo posible para tutelar y hacer crecer el empleo asegurando un trabajo digno y adecuado al sostenimiento de las familias”.

Trabajadores-en-S-PedroEstas palabras suscitaron una nutrida salva de aplausos entre los presentes en la Plaza de San Pedro, y especialmente entre las representaciones de los trabajadores directamente afectados, con sus pancartas reivindicativas. Al día siguiente las publicaban en sus primeras páginas los más influyentes periódicos italianos. El Corriere della Sera titulaba: “El Papa en defensa del trabajo”; y La Repubblica destacaba el “Llamamiento del Papa a los dirigentes de FIAT y Alcoa” para que hagan todo lo posible a favor de los obreros. Aplaudían desde la distancia los líderes de las tres grandes centrales sindicales, Luigi Angeletti (Unión Italiana de Trabajadores), Raffaele Bonanni (Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores) y Guglielmo Epifani (Confederación General de Trabajadores Italianos). Las rea­cciones de algunos ministros del gobierno Berlusconi oscilaban entre la leve ironía que descargaba todas las responsabilidades sobre las empresas y el acatamiento a flor de labios. En Italia, el paro roza el 9%.

Las palabras del Papa refrendaban los sucesivos llamamientos de algunos cardenales italianos con las diócesis más implicadas en la crisis social, como Severino Poletto en Turín, Dionigi Tettamanzi en Milán, o Angelo Scola en Venecia. Con su habitual lucidez, el vaticanista Luigi Accatoli señalaba en El Corriere della Sera: “Estamos habituados a todo tipo de llamamientos y por lo tanto no hacemos caso de la forma que asumen. Pero la de ayer no era indolora: con sus palabras, el Papa hacía una presión directa sobre nuestro Gobierno y sobre las industrias”.

Por otra parte, el día 29, el Pontífice recibía en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los auditores, oficiales y abogados del Tribunal de la Rota Romana, en la apertura del año judicial 2010, y, como todos los años, su discurso reflejaba algunas consideraciones sobre la actividad de este alto tribunal, fundamentalmente, las causas relativas al sacramento del matrimonio. El decano de la Rota, monseñor Antoni Stankiewicz, señaló que “la tendencia relativista no raramente se insinúa también en la declaraciones de nulidad del matrimonio, que sufren una desviación convirtiéndose en ‘una fácil solución para los matrimonio fracasados’, como recordó Juan Pablo II en 1987”.

Justicia y caridad

 

Benedicto XVI recibió a los miembros del Tribunal de la Rota en la apertura del año judicial 2010

Benedicto XVI recibió a los miembros del Tribunal de la Rota en la apertura del año judicial 2010

El Papa enfocó el asunto desde la raíz y citó la Caritas in veritate: “Es necesario tomar nota de la difundida y enraizada tendencia, no siempre manifiesta, que lleva a contraponer la justicia a la caridad como si la una excluyese a la otra. En esta línea, refiriéndose más específicamente a la vida de la Iglesia, algunos consideran que la caridad pastoral podría justificar todos los pasos hacia la declaración de la nulidad del vínculo matrimonial para tender una mano a las personas que se encuentran en situación matrimonial irregular. La misma verdad, aunque invocada con las palabras, tendería a ser vista desde una óptica instrumental que la adaptaría según las ocasiones a las diversas exigencias que se presenten”.

 

Papa-con-familiasEn su discurso, Benedicto XVI pone las cosas en su sitio con afirmaciones como éstas: “Es necesario reafirmar que toda obra de auténtica caridad comprende una indispensable referencia a la justicia (…). La caridad sin justicia no es tal, es sólo un fraude, porque la misma caridad exige la objetividad típica de la justicia, que no debe ser confundida con la frialdad humana (…). Hay que huir de las exigencias pseudopastorales que sitúan las cuestiones en un plano meramente horizontal en el que lo que cuenta es satisfacer las peticiones subjetivas para llegar a toda costa a la declaración de nulidad, con el fin de superar, entre otras cosas, los obstáculos a la recepción de sacramentos como la Penitencia y la Eucaristía. El bien altísimo de la readmisión a la Comunión Eucarística después de la reconciliación sacramental debe, sin embargo, considerar el auténtico bien de las personas, inseparable de la verdad de su situación canónica. Serían un bien ficticio y una grave falta de justicia y de amor abrirles, a pesar de todo, el camino hacia la recepción de los sacramentos, con el peligro de hacerles vivir en objetivo contraste con la verdad de la propia condición personal”.

La esencia del discurso la resumía bien el título de L’Osservatore Romano: “La caridad fundada sobre la verdad y la justicia favorece la indisolubilidad del matrimonio”. Por su parte, el diario Avvenire añadía las últimas cifras: de las 160 sentencias emitidas por la Rota en 2007, 79 decretaron la nulidad del matrimonio, y 81 eran favorables al mantenimiento del vínculo matrimonial. Situación muy diversa en los otros tribunales eclesiásticos del mundo: de las 70.000 causas examinadas al año, el 85 % de las sentencias reconoce la nulidad.

Un año después

En estos días (21 de enero) se ha cumplido el primer aniversario de la histórica decisión de Benedicto XVI de suspender las excomuniones a los cuatro obispos consagrados en 1988 por el arzobispo Marcel Lefebvre. Como se recordará, la medida suscitó una oleada de reacciones de tal índole que el mismo Papa escribió, el 10 de marzo, una carta a todos los obispos del mundo explicando su gesto. Documento –escribimos en su día– de una excepcional calidad humana y religiosa que no se ha valorado como debiera en muchos ambientes.

 

Alfonso de Galarreta

Alfonso de Galarreta

A raíz de esa decisión y de la subsiguiente de englobar la Comisión Ecclesia Dei en la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 26 de octubre se mantuvo una primera reunión para abordar las cuestiones que se oponen al regreso definitivo de los lefebvristas al seno de la unidad de la Iglesia católica. El cardenal Joseph Levada, prefecto del dicasterio vaticano, designó a los tres miembros del Comité de estudios: el dominico suizo Charles Morerod, decano de la Facultad de Filosofía del ‘Angelicum’ y secretario de la Comisión Teológica Internacional; el jesuita alemán Karl Josef Becker, bien conocido y apreciado por su magisterio plurianual en la Universidad Gregoriana; y el español Fernando Ocáriz, vicario de la Prelatura del Opus Dei y autor de numerosas monografías sobre la doctrina del Vaticano II en el tema de la libertad religiosa. Los preside Guido Pozzo, nuevo secretario de la Comisión. La delegación de los lefebvristas estuvo encabezada por el español Alfonso de Galarreta.

 

Según la nota de la Sala de Prensa de la Santa Sede, la atmósfera fue cordial. Además, se fijó el calendario de reuniones sucesivas, que tendrá un ritmo trimestral. Estamos, pues, en vísperas del segundo encuentro, sobre el que no hay, por ahora, noticias más concretas.

Mientras, el semanario alemán Der Spiegel acaba de revelar que Richard Williamson sigue afirmando que el Holocausto fue una “gigantesca mentira” inventada por los judíos. El obispo lefebvrista, “refugiado” en Gran Bretaña, afrontará en abril un proceso en Alemania por sus declaraciones negacionistas. En su día, la Fraternidad manifestó una cierta distancia respecto al prelado, pero no le ha sancionado porque teme que pudiera proceder a nuevas consagraciones episcopales y provocar un cisma dentro del cisma. En Roma nadie quiere adelantar acontecimientos, pero no es precisamente el optimismo la nota que caracteriza las expectativas que se formulan sobre el retorno de este sector ultraconservador.

 

LA CONFER ESPAÑOLA, EN ROMA

“Hemos sido recibidos en todos los sitios con mucho respeto y con gran interés por conocer mejor el estado de la vida religiosa en España”. Estas palabras del jesuita Elías Royón resumen con precisión la visita que a finales de enero han hecho los dirigentes de la CONFER a los principales organismos de la Curia romana. Junto con el presidente Royón, viajaron a Roma la vicepresidenta, Margarita Bofarull, y la secretaria general, Julia García Monge.

Pocos meses después de su elección al frente de las decenas de miles de religiosas y religiosos de nuestro país, los representantes han pasado en Roma unos días de estrecho contacto con las congregaciones para la Vida Consagrada (que preside el cardenal Rodé) y para la Doctrina de la Fe (a cuyo frente está el cardenal Levada y cuyo secretario es el jesuita español Luis Ladaria). También visitaron al cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino. “No había pendiente ningún tema en concreto –asegura el P. Royón–. Nuestra visita tenía como objetivo dar una visión lo más completa posible de nuestras realidades y escuchar las sugerencias que se nos quisieran hacer para fortalecer la vida religiosa en España”.

apelayo@vidanueva.es

En el nº 2.694 de Vida Nueva.

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