“La solidaridad no sería posible sin los medios”

José María Javierre fue homenajeado en la entrega de los Premios ¡Bravo! 2009

Premios-Bravo-2009(M. Á. Malavia) El pasado 27 de enero, en la madrileña sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, que anualmente concede los llamados Premios ¡Bravo!, en reconocimiento de “la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios, que se hayan distinguido por el servicio de la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos”, hizo entrega de los galardones correspondientes a 2009.

En su condición de presidente de la Comisión, Joan Piris realizó un cercano discurso en el que dejó clara la necesaria “mirada positiva hacia la comunicación social”. Advirtiendo “el gran influjo que ejercen en el plano psicológico, social y cultural”, llamó a los comunicadores a “servir al bien común”. El obispo de Lleida, en sincero reconocimiento de la labor realizada, puso el ejemplo de la cobertura mediática del reciente terremoto de Haití, que ocasionó más de 200.000 muertos, y de la consiguiente acción mundial de ayuda que se despertó desde el primer momento: “Todas estas corrientes de solidaridad (…) no hubieran sido posibles y no lo serán en el futuro sin la inestimable contribución de los medios de comunicación”. También agradeció la labor concreta de los periodistas de información religiosa, solicitando que “perdonéis nuestras deficiencias y aceptéis la colaboración que por el bien de la sociedad todos estamos obligados a desarrollar”.

Dirigiéndose directamente a los galardonados, quiso tener un recuerdo muy especial para el recientemente fallecido José María Javierre, a quien meses atrás le había sido concedido el Premio ¡Bravo! Especial en reconocimiento de su dilatada carrera: “Su trayectoria ejemplar de sacerdote enamorado de Cristo; su quehacer y raza de comunicador cristiano (…), hacen de él un verdadero prototipo de lo que debe de ser la comunicación de la Iglesia hecha con sabiduría, alegría, audacia, libertad y fidelidad: con amor a Dios y al hombre”.

“Al servicio del Evangelio”

A ese homenaje también se sumó Miguel Ángel Velasco. El director del semanario diocesano de Madrid, Alfa y Omega, que fue premiado en la categoría de Prensa, habló en nombre de todos los galardonados. Recordó a Javierre y mostró el orgullo de los periodistas, que pronto tendrán a Lolo en los altares. Lozano Garrido fue el primer Premio Bravo y se está a la espera de su beatificación, probablemente, para el próximo otoño.

En el nº 2.694 de Vida Nueva.

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