“Hay que dar plataformas de expresión al islam más moderado”

Granada acoge un congreso sobre el diálogo interreligioso en el mundo actual

Musulmanes(Miguel Ángel Malavia) Cómo se interrelacionan cristianismo e islam en los albores del siglo XXI? ¿Existen un auténtico diálogo interreligioso y una sana convivencia entre cristianos y musulmanes? ¿Hay miedo y desconfianza? A éstas y otras preguntas tratarán de responder los participantes en el II Congreso de Teología Cristianismo, Islam y Modernidad, organizado por la Cátedra Andaluza para el Diálogo de las Religiones (CANDIR) y que se desarrollará en la Facultad de Teología de Granada del 10 al 12 de febrero. Muestra de la relevancia de la cita es la presencia del presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean-Louis Tauran, encargado de la ponencia inaugural, así como la del obispo de Almería y presidente de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales, Adolfo González Montes.

El coordinador de las jornadas y director de CANDIR, José Luis Sánchez Nogales, explica a Vida Nueva el porqué, en ocasiones, la relación con esta religión parece más complicada que con otras: “Con los judíos, por ejemplo, tenemos un amplio patrimonio espiritual común. Con los musulmanes, lo que guardamos es una referencia a Abrahán como modelo de fe y el ser ambas una confesión monoteísta, además de ciertos valores éticos. Con ellos, y de modo particular en España, hay una historia de desencuentro que ha dejado hondas huellas en ambas partes. Aquí, la mitificación de Al Andalus como paraíso perdido y mito refundacional de un neoislam español interpone serias dificultades al diálogo”.

El sacerdote almeriense apunta que “un sector de la cultura española ha entrado en el juego de esta mitificación”. De este modo, “las exageraciones y la lectura parcial y sesgada de la historia de España no ayudan al diálogo; si antes la lectura estaba demasiado escorada hacia la demonización del islam, ahora hay una empresa, que suelo denominar como la clave Al Andalus, que está completamente escorada hacia la exaltación de lo islámico y la demonización de lo cristiano. Necesitamos caminar hacia el equilibrio”. Así, con la salvedad de estos grupos minoritarios, lo cierto es que, a nivel general, prevalece la tendencia hacia el otro extremo: “El imaginario común sobre el islam en Occidente y en España es oscuro”. De ahí que la apuesta sea clara por la moderación y el entendimiento, como apunta: “El proporcionar plataformas de expresión a eso que algunos llaman ‘islam más moderado’ es un instrumento eficaz para caminar hacia ese equilibrio”.

Prejuicios

Jean-Louis Tauran

Jean-Louis Tauran

Uno de los ponentes que se darán cita en este congreso, Santiago del Cura, también ha señalado a esta revista “las mayores dificultades” del diálogo teológico islam-cristianismo en comparación con otros escenarios. El profesor de la Facultad de Teología del Norte de España, en Burgos, considera que una clave de este alejamiento radica en el surgimiento posterior del islam, en el siglo VI, siendo así la última gran religión monoteísta: “No en vano, las raíces del cristianismo son judías, y el islam surge con la pretensión de corregir y de superar tanto al judaísmo como al cristianismo”. “Ello no significa que el diálogo sea imposible”, aclara. Todo lo contrario: “Incluso acontecimientos que han podido provocar al inicio una gran polémica, como el discurso de Benedicto XVI en Ratisbona, que tanta polémica trajo, se han convertido en un estímulo poderoso para el diálogo”.

¿Prevalecen los prejuicios sobre los musulmanes entre los propios cristianos, así como en la sociedad occidental en general? Del Cura entiende que sí, ofreciendo como gran ejemplo “la asociación indiscriminada entre islam y terrorismo fundamentalista o los tópicos más difundidos sobre sus convicciones religiosas, sus costumbres sociales o sus pretensiones reivindicativas”.

Adolfo González Montes

Adolfo González Montes

No cabe duda de que una de las imágenes que más se ha difundido sobre el islam, sobre todo a raíz de obras como El choque de las civilizaciones, de Samuel Huntington, así como los conflictos en Afganistán e Irak tras los atentados del 11-S de 2001, es que islam y democracia son dos conceptos incompatibles, tendiendo lo islámico a un fanatismo que ya estaría inserto en su propia génesis. El docente huye de la generalización: “La gran mayoría de los musulmanes forma parte de lo que entendemos por islam moderado, mientras que son minoría los más radicalizados. Albergo la esperanza de que, en base a sus propias convicciones creyentes y como efecto de su aclimatación en el mundo occidental, la evolución no siga el camino de una radicalización creciente, sino el de un islam integrado en el respeto de la libertad religiosa y de la convivencia pacífica que garantizan los principios de sociedades democráticas”.

La ponencia de Santiago del Cura –titulada Un cristiano interroga a los musulmanes– suscita gran interés. En su condición de sacerdote comprometido en el diálogo con el islam, es aleccionador saber qué cuestiones le resultan más significativas del musulmán de a pie: “Me interesa saber cómo entiende la transcendencia y la cercanía de Dios, en qué medida la confesión del Dios Único es para él una experiencia liberadora, hasta dónde llega su aprecio de la figura de Jesús de Nazaret y de María, cómo valora la idea de una fraternidad entre todos los hombres y de unos derechos humanos universales, qué opinión le merecen nuestras sociedades occidentales aparentemente tan secularizadas, cuál es para él el sentido y el camino de un diálogo interreligioso… La respuesta que pueda obtener, en la dirección que sea, servirá para una mejor inteligencia mutua en el respeto y en la verdad”.

 

MUSULMANES EN ESPAÑA Y RECIPROCIDAD

Si hay un contexto europeo en el que se estrecha el contacto entre cristianismo e islam, ése es España. Por historia y por la afluencia en los últimos años de cientos de miles de inmigrantes provenientes de países islámicos. José Luis Sánchez Nogales destaca todo lo positivo que hay en la situación de los musulmanes en España: “Gozan de la posibilidad de establecer lugares de culto, de acceso progresivamente a la enseñanza religiosa costeada por el Estado, de cementerios islámicos, de la posibilidad de negociar con las empresas un horario especial en ciertas celebraciones, de presencia en la Universidad mediante un Curso de Experto en Cultura Islámica gestionado por musulmanes… Además, organizan multitud de congresos, tienen plataformas digitales muy poderosas e influyentes, y libertad para predicar su religión y recibir conversos en sus comunidades”. De ahí que no dude en poner de relieve el contraste con el estado de los cristianos que viven en países islámicos: “Los musulmanes gozan aquí de plena libertad religiosa; no mera libertad de culto, sino auténtica libertad. Nada equiparable a la situación de las minorías cristianas allí. El tema de la reciprocidad no es hoy una prioridad ni entre los gobernantes europeos ni en la mentalidad musulmana”.

En el nº 2.693 de Vida Nueva.

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