Expertos en historia analizarán la figura de Francisco de Borja

(V. Lara) “Francisco de Borja es un personaje fundamental para la comprensión de las actividades políticas cortesanas en el siglo XVI y es esencial también por su importante vertiente religiosa”. Así justificaba el director de la Real Academia de la Historia, Gonzalo Anes, la elección de la figura de san Francisco de Borja (1510-1572) para la organización por parte de esta institución –conjuntamente con la Fundación Cultural de la Nobleza Española– de un ciclo de conferencias dedicadas a analizar su vida y su legado.

Coincidiendo con el V centenario del nacimiento del que fuera III Prepósito General de la Compañía de Jesús, se han preparado varias ponencias y mesas redondas a cargo de expertos en historia, que tendrán lugar entre el 20 de enero y el 10 de febrero en Madrid. La organización de este ciclo es muy significativa, ya que no es frecuente que la Real Academia de la Historia elija a personajes del ámbito religioso, como es el caso de este santo, canonizado en 1671 por el papa Clemente X.

La coordinadora del ciclo, Carmen Iglesias, destacó durante la presentación que san Francisco, descendiente de una de las grandes familias de la alta nobleza, los Borja, fue un “gran aristócrata con un poder efectivo”, pero subrayó, asimismo, su “contribución a institucionalizar la Compañía de Jesús, pues fue fundador de colegios y del primer noviciado de la Compañía en España”.
Una de las conferencias, la impartida por la académica Carmen Sanz,  abordará la canonización de san Francisco desde un punto de vista político. Así, entre otras cuestiones, se explicará cómo “la Corona tenía interés en tener una visibilidad en Roma, y por ello esta canonización era muy importante”.

Entre los ponentes del ciclo, destacan algunos miembros de la Academia de la Historia, como los prestigiosos Luis Suárez y Faustino Menéndez Pidal. También figuran otras personalidades, como el académico de la Real Academia Española Álvaro Pombo y Miguel Navarro, rector del Real Colegio del Corpus Christi “El Patriarca”.

En el nº 2.692 de Vida Nueva.

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