Muere el gran teólogo dominico Edward Schillebeeckx

(V. Lara) El 23 de diciembre, fallecía en Holanda, a los 95 años de edad, Edward Schillebeeckx, considerado por muchos como uno de los más prestigiosos teólogos del siglo XX junto a Rahner.

Nacido en Amberes (Bélgica) en 1914, a los 19 años ingresó en la Orden de los Dominicos y en 1941 fue ordenado sacerdote. Fue profesor de Teología Dogmática en las universidades de Lovaina y de Nimega, donde también impartió Dogmática e Historia de los Dogmas, y trabajó como asesor del Episcopado holandés durante el Concilio Vaticano II. Asimismo, participó en la redacción del Catecismo Holandés (1966) y fue uno de los fundadores de la revista Concilium. Dicha publicación emitió una nota tras la muerte de Schillebeeckx en la que decía de él que “su contribución a la Teología Conciliar fue inmensa, y su trabajo sobre Jesucristo ha sido internacionalmente y ecuménicamente aclamado”.

Sin embargo, a lo largo de su magisterio teológico y de su obra fue procesado tres veces por la Congregación para la Doctrina de la Fe: en 1968, a propósito de algunos ensayos teológicos centrados en la secularización y el cristianismo; en 1979, por su libro Jesús. La historia de un Viviente; y en 1984 por su obra El ministerio eclesial, donde el religioso justificaba la presidencia de la Eucaristía por parte de un ministro extraordinario no ordenado. De los tres procesos salió airoso, desmontando todos los argumentos que existían contra él.

De la Orden dominicana dijo en una ocasión que le atraía “la apertura al mundo, la dedicación al estudio, el trabajo de investigación y la teología centrada en la predicación”. La síntesis de su vida.

En el nº 2.689 de Vida Nueva.

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