Fouad Twal: “El regalo que más deseamos es la paz”

El mensaje de Navidad del patriarca de Jerusalén relata los signos negativos y positivos en Tierra Santa

Fouad-Twal-2(M. Gómez) Un año después de la guerra, Gaza sufre todavía el bloqueo económico, de trabas a la libertad de movimiento, de la contaminación de su agua potable y de la polución del mar por las aguas servidas, situación que pone en peligro la salud de 1,5 millones de ciudadanos, de los cuales el 50% tiene menos de 14 años de edad”. La denuncia es del patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, quien compareció ante la prensa el 22 de diciembre para presentar su Mensaje de Navidad 2009. Un texto en el que el patriarca no duda en relatar los principales acontecimientos para la Iglesia local del año ya terminado, tanto malos como buenos. De hecho, el Mensaje comienza con una frase más bien pesimista: “Nuestros sueños de una Tierra Santa reconciliada parecen una utopía”.

Junto con la situación actual en Gaza, el arzobispo Twal lamenta que el estatuto final de Jerusalén esté todavía en discusión, que el Muro siga existiendo (reflejo concreto del “gran miedo” que viven los israelíes) o que se retrase el intercambio de prisioneros israelíes y palestinos. Todos éstos son ejemplos de una realidad que “niega nuestros sueños”.

Sin embargo, “no todo es desesperación en Tierra Santa”, asegura Twal en éste, su segundo mensaje navideño desde que tomara posesión del Patriarcado, en junio de 2008. Consciente de que “nuestra esperanza permanece siempre viva”, refiere varios signos positivos, entre los que destacan el viaje de Benedicto XVI a la región en mayo de 2009 y el Sínodo de Obispos para Oriente Medio que se celebrará en Roma el próximo mes de octubre. “El Papa ha sido bien recibido en Jordania, en Israel y en Palestina. Un gran agradecimiento vaya para los Gobiernos de los tres países”, dice el patriarca, a la vez que recuerda las palabras de paz y reconciliación del Pontífice durante aquella visita: “‘¡Nunca más efusión de sangre! ¡Nunca más combates! Nunca más terrorismo! ¡Nunca más guerra. Al contrario, quebremos el círculo vicioso de la violencia’. Nosotros podemos agregar: ¡Nunca más antisemitismo, islamofobia, miedo y odio!”.

Entre los frutos del viaje pastoral que se siguen cosechando, el arzobispo subraya la llegada masiva de peregrinos (330.000 personas estuvieron en Tierra Santa en octubre, según el Ministerio de Turismo de Israel, y 2009 igualará en número de visitantes al registro del año 2000, que posee el récord en la historia de las peregrinaciones, con 2,7 millones), la construcción en Belén de una nueva Clínica Pediátrica Benedicto XVI (financiada por la Fundación Juan Pablo II y varias instituciones católicas y civiles italianas), la construcción en Jerusalén de un complejo residencial para 72 matrimonios jóvenes o el proyecto de la Universidad de Mádaba, en Jordania, cuya primera piedra fue bendecida por el Pontífice en mayo. Y añade la reciente beatificación de la Hermana María Alfonsina, nacida en Jerusalén y que sirvió en varias parroquias de la región: “Ella es un modelo a imitar”.

Sin dejar de agradecer el apoyo económico de la comunidad internacional, el Mensaje concluye así: “El regalo que nosotros más deseamos, más que dinero y riqueza, es el de la paz”.

En el nº 2.689 de Vida Nueva.

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