El Papa escribirá una Carta Pastoral sobre los abusos

Los líderes de la Iglesia en Irlanda se reúnen en Roma con Benedicto XVI para tomar medidas “efectivas”

El arzobispo Martin (izq.) y el cardenal Brady, a su salida de la reunión con Benedicto XVI

El arzobispo Martin (izq.) y el cardenal Brady, a su salida de la reunión con Benedicto XVI

(María Gómez) Italia ha atraído hacia sí el foco informativo internacional tras la agresión que sufrió, el domingo 13 en Milán, el primer ministro Silvio Berlusconi, lo que obligaba a corresponsales y enviados especiales a realizar un seguimiento minucioso del estado de salud del político y los acontecimientos posteriores. El Vaticano, no obstante, tampoco ha dejado de ser noticia, a cuenta, principalmente, de la postura que la Santa Sede va a adoptar ante los casos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes de la Archidiócesis de Dublín, recientemente conocidos.

El viernes 11, Benedicto XVI recibió al cardenal primado y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Irlanda, Seán Brady, y al arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, para examinar el informe de la investigación dirigida por la jueza Yvonne Murphy, difundido el 26 de noviembre, sobre cientos de denuncias por abusos entre 1975 y 2004, y cómo la Iglesia y las autoridades estatales gestionaron esos casos. La reunión transcurrió en el Palacio Apostólico durante hora y media, y en ella tomaron parte, además, los prefectos y presidentes de varios dicasterios de la Curia, entre ellos, William J. Levada (Doctrina de la Fe), Giovanni B. Re (Obispos), Cláudio Hummes (Clero) y Franc Rodé (Vida Consagrada).

La opinión de Joseph Ratzinger ante los escándalos de este tipo no es desconocida; sin ir más lejos, está el ejemplo de lo ocurrido en la Iglesia de los Estados Unidos, que gestionó Juan Pablo II y del que Benedicto XVI estaba “profundamente avergonzado”, como dijo durante su visita al país en abril de 2008. Lo ocurrido ahora en Irlanda ha motivado el comprensible enfado del Pontífice, manifestado en el comunicado que se emitió al término de la reunión del viernes: “Tras estudiar detalladamente el informe, el Santo Padre está profundamente preocupado y afligido por sus contenidos. Él desea expresar una vez más su profundo pesar por las acciones de algunos miembros del clero que han traicionado su solemne promesa a Dios, así como la confianza depositada en ellos por las víctimas y sus familias y por la sociedad en general. El Santo Padre comparte la indignación, el sentimiento de traición y la vergüenza que sienten muchos fieles en Irlanda”, y pide a los católicos irlandeses y de todo el mundo que se unan a él en la oración por las víctimas, sus familias y todos los afectados por estos crímenes atroces”.

“Hechos vergonzosos”

En la nota se insiste en que la Iglesia seguirá “esta grave cuestión con la máxima atención” para entender cómo llegaron a producirse estos “hechos vergonzosos” y cómo desarrollar “estrategias eficaces y seguras” para evitar que se repitan. Cabe recordar que ya el pasado de 5 de junio se produjo una reunión muy parecida, entre el Papa, Brady y Martin, para analizar el llamado Informe Ryan, sobre abusos sexuales a menores acaecidos entre los años 30 y 70 en instituciones religiosas por todo el país.

“La Santa Sede se toma muy en serio las cuestiones planteadas en el Informe [Murphy]”, remata la nota vaticana, y por eso Benedicto XVI dirigirá una carta pastoral a los fieles de Irlanda en la que “indicará claramente las iniciativas que deben tomarse para enfrentar esta situación”. Según apuntó posteriormente el portavoz Federico Lombardi, dicha carta pastoral “no debería hacerse esperar demasiado”.

A la salida del Palacio Apostólico, los obispos irlandeses explicaron que “nos dirigimos hacia una reorganización muy importante de la Iglesia en Irlanda. Nuestra Iglesia tiene que recuperar la confianza de la gente y la confianza en sí misma”.

Presidente-Vietnam-y-PapaEl mismo viernes 11, el Papa recibía en audiencia por primera vez a un presidente de la República Socialista de Vietnam. La visita de Nguyen Minh Triet incluía, además de la reunión con Benedicto XVI, un encuentro con el Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, y el secretario para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti.

La Santa Sede ha manifestado su “satisfacción” por esta visita, en lo que supone “una etapa significativa para el progreso de las relaciones bilaterales con Vietnam, y ha auspiciado que las cuestiones pendientes puedan ser resueltas cuanto antes”, indica el comunicado vaticano, en referencia a asuntos como la devolución de los bienes de la Iglesia expropiados por el régimen comunista o la libertad en la designación de obispos. Durante el cordial coloquio “no ha faltado una alusión a la actual situación internacional, con particular referencia al compromiso de Vietnam y de la Santa Sede en el ámbito multilateral”.

La parada de Nguyen Minh Triet en el Vaticano –durante una gira que le ha llevado por Italia, Eslovaquia, España o Rusia– es un gesto importante en el esfuerzo por establecer relaciones diplomáticas entre ambos países, en la línea del trabajo realizado en los últimos años, como la audiencia que el Papa mantuvo, en enero de 2007, con el primer ministro Nguyen Tan Dung, o, de más largo recorrido, los viajes periódicos que una delegación vaticana realiza al país asiático desde 1989 para encontrarse con las autoridades católicas y civiles.

Con los fieles de Vietnam

Además, coincide con el recién abierto Año Jubilar de la Iglesia vietnamita, en el 350º aniversario de la llegada de los misioneros católicos y la creación de los vicariatos apostólicos de Tonkin y Cochinchina, y los 50 años de la institución de la jerarquía católica en el país. Con esta ocasión, Benedicto XVI dirigió un Mensaje a los católicos de Vietnam en el que les invita a fijarse en el testimonio de los 117 mártires del país, incluido Andrés Dung-Lac, para “activar su caridad, aumentar su esperanza y fortalecer su fe”.

En otro punto del discurso, el Papa señalaba este Año Jubilar como un tiempo propicio para “reconocer las equivocaciones del pasado y del presente cometidas contra los hermanos en la fe y contra los hermanos compatriotas, y pedir perdón. Al mismo tiempo, también debe tomarse la resolución de profundizar y enriquecer la comunión eclesial y de construir una sociedad justa, solidaria y equitativa a través del diálogo auténtico, del respeto mutuo y de la sana colaboración”.

Siguiendo en el ámbito de las relaciones con los Estados, el Papa recibió, el sábado 12, al primer ministro de la República de Albania, Sali Berisha, con quien intercambió algunas referencias sobre la situación de la región de los Balcanes. El mismo tema volvió a salir, el lunes 14, durante el encuentro con el primer ministro de Montenegro, Milo Djukanovic.

Con-el-embajador-cubanoTrascendencia tuvo también la visita del nuevo embajador de Cuba ante la Santa Sede, Eduardo Delgado Bermúdez, quien presentó sus cartas credenciales al Papa el 10 de diciembre, valorando que en 2010 se cumplirán 75 años de relaciones diplomáticas ininterrumpidas entre Cuba y la Santa Sede y que las relaciones con la Iglesia están “caracterizadas por la existencia de una comunicación directa, fluida y respetuosa”. Delgado subrayó la postura convergente del Vaticano y de la Isla en temas como la paz mundial, el impulso del desarme completo o el desarrollo humano.

Por su parte, el Papa deseó que la colaboración internacional en áreas como la alfabetización y la salud contribuyan a “que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. Tras reafirmar el compromiso de la Iglesia con el pueblo, el Pontífice manifestó su deseo de que “sigan multiplicándose los signos concretos de apertura al ejercicio de la libertad religiosa”, y pidió “seguir dialogando”.

CALENDARIO NAVIDEÑO CASI IGUAL

Decoración-navideñaEl calendario de las celebraciones navideñas en el Vaticano es, este año, prácticamente igual al de los anteriores, por más que haya llamado la atención y despertado tantas interpretaciones a nivel mundial el hecho de que se adelante dos horas la Misa del Gallo. Efectivamente, Benedicto XVI presidirá la Santa Misa de Nochebuena en la Basílica de San Pedro a las diez de la noche, argumentando la “fatiga” del Pontífice en una época de muchas ceremonias, pero “no hay motivos para preocuparse por la salud del Papa”, tal y como aclaró Lombardi.

Más allá de la estéril polémica, la agenda es la ya conocida, y el viernes 25, Solemnidad de la Natividad del Señor, Benedicto XVI impartirá la Bendición Urbi et Orbi desde el balcón central de la Basílica vaticana a las 12 de la mañana. El viernes 31, a las seis de la tarde también en la Basílica, el Papa presidirá las Primeras Vísperas de acción de gracias, y el 1 de enero, a las 10 de la mañana, será la celebración de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la 43ª Jornada Mundial de la Paz.

En el nº 2.688 de Vida Nueva.

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