Amenazado de muerte un obispo colombiano

Ante el peligro, Víctor Manuel Ochoa, Auxiliar de Medellín, ha dejado la diócesis

Alberto-Giraldo(J. L. Celada) El arzobispo de Medellín, Alberto Giraldo Jaramillo, ha rechazado los hechos acaecidos recientemente, cuando “la semana anterior, con apariencia de un regalo de Navidad, llegó a la Curia Arquidiocesana una amenaza contra la vida de Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo Auxiliar”. El prelado ha invitado, asimismo, a vivir las próximas fiestas “en paz, con verdadero sentido de respeto a la vida de cada uno de los habitantes de este sector de Colombia”.

En un comunicado hecho público el día 9, dirigido “a todos los hermanos sacerdotes, a todas las personas de la vida consagrada y a la comunidad arquidiocesana”, el titular de Medellín relata con dolor cómo “el contenido amenazante del texto y los demás elementos del ‘paquete’ nos hicieron comprender que la amenaza era seria y representaba peligro para la vida de Mons. Víctor”. Por ello, “después de consultar con el Señor Nuncio Apostólico –prosigue la nota episcopal–, consideramos más conveniente que Mons. Víctor saliera de la Arquidiócesis”.

Junto a los otros auxiliares (Jorge Iván Castaño Rubio, Gilberto Jiménez Narváez y Gonzalo Rivera Gómez), Giraldo exhorta a “toda la comunidad arquidiocesana para que oremos por Mons. Víctor”, al tiempo que llama a “continuar las iniciativas apostólicas que él ha tenido en marcha y que se han decidido en estrecha unidad de todos nosotros obispos”.

Más adelante, reconoce que, “en el contexto de creciente violencia que vive Medellín, éste es otro hecho que siembra dolor y sufrimiento grave; en este caso, las víctimas son Mons. Víctor , su querida familia y todos nosotros los que compartimos los servicios pastorales en esta Arquidiócesis”. Ante esta situación, “con el mismo sentido de defensa de la vida que nos debe caracterizar a todos –subraya el texto–, rechazamos estos hechos y llamamos la atención a los autores de la amenaza para que corrijan su manera de pensar y cambien su forma de actuar”.

Protección policial

Según datos facilitados por la Conferencia Episcopal de Colombia, desde 1984 hasta hoy, 16 obispos, 48 sacerdotes, tres religiosas y cinco religiosos han sido blanco de amenazas en contra de su vida. Hoy día, 17 obispos colombianos cuentan con protección policial, habida cuenta de los peligros que corren. Cabe recordar que el que fuera arzobispo de Cali, Isaías Duarte Cancino, que siempre se mostró muy crítico con los grupos armados ilegales y los narcotraficantes, fue asesinado en marzo de 2002. Una muerte que se une a las de tantos servidores del Evangelio fallecidos durante los últimos 25 años, víctimas de su firme compromiso por la paz en uno de los países más violentos y peligrosos del mundo.

En el nº 2.688 de Vida Nueva.

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