La Iglesia boliviana pide hacer de las elecciones una fiesta

El Episcopado confía en que el día 6 el país dé un paso adelante “hacia una sociedad más justa”

Cierre-campaña-partido-Evo(Ronald Grebe– La Paz) Los obispos bolivianos han animado a “convertir este hecho en un hecho festivo, de hermanos, del que todos salgamos felices y contentos de haber pensado en la Bolivia que necesitamos todos, que es regalo de Dios para que los bolivianos puedan desarrollarse y vivir honestamente”, reconoció el cardenal Julio Terrazas al referirse a las elecciones generales del próximo 6 de diciembre.

Y secundando el mensaje de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), emitido el 25 de noviembre al acabar su Plenaria, el recién reelegido presidente de este organismo pidió a las autoridades y actores políticos garantizar el voto con libertad, y a los más de cinco millones de electores, tomar una opción responsable, previo análisis de los planes de gobierno.

El llamado episcopal exhorta a los candidatos a ser representantes de todo el pueblo, en especial de los más pobres y desprotegidos, y no sólo de una “tienda política”, y a ser “verdaderos servidores públicos en la búsqueda de soluciones que garanticen la institucionalidad y la democracia por el camino del diálogo, el consenso y la capacidad de concertación”. Terrazas pidió también“evitar toda actitud de paternalismo, que muchas veces puede llegar a la compra de conciencias en menoscabo de la libertad personal y la dignidad de cada ciudadano”.

En su texto final, y bajo el título Caminemos en la esperanza, los prelados instan a aceptar con respeto “la voluntad del pueblo reflejada en el proceso electoral”, confiados en que dichos comicios serán “un paso adelante en el proceso que estamos viviendo hacia una sociedad más justa, libre, solidaria y unida desde nuestras diferencias culturales y regionales”.

No olvidan, sin embargo, los aspectos negativos de la realidad boliviana, como la pobreza, “principal preocupación de nuestro país y que afecta a miles de familias”. “Nos preocupa profundamente –añaden– el problema del narcotráfico, por sus funestos efectos en la sociedad y en la juventud, ya que vemos a muchos hermanos y hermanas involucrándose cada vez más en este flagelo social”.

La falta de respeto a la ley, la crisis en las instituciones judiciales, la inseguridad, la delincuencia, las violaciones a menores y la violencia familiar son otros motivos de preocupación episcopal, pues “muestran el poco respeto a la vida y el deterioro de nuestra vida social”.

Ante la pregunta sobre las relaciones de la Iglesia con el Gobierno de Evo Morales si es reelegido, el cardenal reafirmó la disponibilidad eclesial “para ser auténticos servidores de la persona humana”. “Todo debería llevar a un diálogo más de búsqueda de soluciones adecuadas y de profundización de los valores del espíritu”, subrayó el presidente de la CEB.

rgrebe@vidanueva.es

En el nº 2.686 de Vida Nueva.

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