Julie y Julia
(J. L. Celada) Llama poderosamente la atención que, en estos tiempos de historias imposibles, truculentas o descarnadas, irrumpa en el mercado del celuloide una producción tan blanca, blanda y de fácil digestión como la que aquí nos ocupa. Porque –siguiendo con el socorrido, aunque ajustado, símil gastronómico– pocas veces un menú cinematográfico se presenta tan apto para el consumo como Julie y Julia, cuya escasa resistencia al paladar del espectador contribuye a disfrutar del almuerzo/sesión sin sobresaltos. Tampoco, claro está, los que pudiera proporcionar cualquier comida de ingredientes o sabores más sofisticados.
Dos épocas, dos países, dos mujeres y la rendida admiración que la más joven (Amy Adams) profesa a su musa en las artes culinarias (Meryl Streep) constituyen la base de esta receta cocinada a fuego lento y con mucha mantequilla por Nora Ephron. Creadora de exitosas comedias románticas (Cuando Harry encontró a Sally, Algo para recordar, Tienes un e-mail…), la realizadora neoyorquina se enfrenta ahora a este doble retrato femenino con el tono amable de entonces y una peligrosa ausencia de conflicto que ni la “caza de brujas” del macarthismo ni el síndrome postraumático del 11-S osan alterar.
Más interesada en subrayar el carácter pionero de ambas protagonistas que en explorar sus sentimientos, la directora se detiene en el apetito con el que una y otra afrontan sus respectivas pasiones (en el fondo, una sola): para Julia, sus clases de french cooking en un universo masculino, sus apariciones televisivas o la laboriosa confección de un popular recetario; para Julie, la posibilidad (y la necesidad) de volcar en los fogones lo que aquella compatriota suya aprendió en París y luego quiso dejar por escrito, unas enseñanzas que hoy ella trata de poner en práctica y cuya experiencia recoge en un blog actualizado diariamente a lo largo de todo un año.
Felices en sus matrimonios y respaldadas por sus maridos, nuestras biografiadas (cabe recordar que el relato de sus vidas se basa en hechos reales) se nos presentan como seres casi intachables, sin otros rasgos reveladores de su humanidad que los propios de su condición de cocineras: la curiosidad, la improvisación, la imaginación y, muy especialmente, su entrega generosa en cuerpo y alma al oficio de crear, alimentar sueños y compartir mesa y mantel. Suficientes argumentos para escribir un guión si alguien se hubiera atrevido también a buscar los motivos y a sugerir las consecuencias de tan noble dedicación de esos personajes.
No ha sido así, y Julie y Julia se ha quedado en una bienintencionada y previsible metáfora de la existencia en clave alimentaria, cuya narración –comestible, aunque perecedera– sólo se sostiene gracias al buen trabajo de dos grandes actrices. Que ya es mucho decir, pero no todo lo que hubiéramos deseado para este plato.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL: Julie & Julia
GUIÓN Y DIRECCIÓN: Nora Ephron
FOTOGRAFÍA: Stephen Goldblatt
MÚSICA: Alexandre Desplat
PRODUCCIÓN: Nora Ephron, Laurence Mark, Amy Robinson y Eric Steel
INTÉRPRETES: Meryl Streep, Amy Adams, Stanley Tucci, Chris Messina, Linda Emond, Vanessa Ferlito, Mary Lynn Rajskub, Jane Lynch
En el nº 2.684 de Vida Nueva.
