(J. C. Rodríguez Soto) “En el sistema occidental de justicia retributiva se busca aislar al culpable; en los sistemas tradicionales africanos se busca su reintegración en la sociedad y todos los miembros de la comunidad participan”. Así se expresó el obispo anglicano ugandés Baker Ochola durante el congreso La Fuerza Espiritual de África, celebrado en Ávila del 23 al 25 de octubre. La reconciliación fue uno de los valores africanos más destacados en este evento, organizado por vigésimo año consecutivo por el Centro Internacional de Estudios Místicos (www.avilamistica.com) y que reunió a 200 participantes. “Nos alegra que este Congreso se celebre coincidiendo con el Sínodo para África, que ha destacado que ese continente es un gran pulmón espiritual para la humanidad”, afirmaron los organizadores.
Como él, el resto de los ponentes insistieron en cómo el sentido de Dios impregna la vida diaria de los africanos: “Dios está presente en todos los aspectos de la vida de los africanos, también en la creación artística”, dijo el profesor guineano Justo Bolekia. El misionero José Julio Martín Sacristán, director de la Fundación Sur, hizo hincapié en que en África no hay división entre lo profano y lo religioso: “Todos los africanos tienen siempre a Dios en su boca, y por eso en África el ateísmo no se concibe”. El periodista costamarfileño Jean Arsène Yao habló sobre el papel de antepasados y espíritus como mediadores con Dios; y el nigeriano Michael Ohan explicó su experiencia marcada por el hecho de ser hijo de un sacerdote vodú.
El islamista Justo Lacunza disertó sobre los místicos africanos del islam, y Mª Jesús Cueto expuso ideas de su tesis doctoral sobre el pensamiento de Léopold Sedar Senghor. Concluyó Margaret Ber-Iwu, trabajadora social ugandesa, quien compartió su experiencia de la “maternidad herida” sufrida por mujeres refugiadas sudanesas y niñas soldado.
El músico de Sierra Leona Seydú cerró el congreso con un concierto en el que desgranó sus canciones de estilo lírico.
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En el nº 2.681 de Vida Nueva.
