La pobreza exige respuestas integrales y de largo recorrido

La reciente Semana Social de Mar del Plata retoma la gran prioridad pastoral hoy de la Iglesia argentina

Casaretto-visita-Hogar-Sant(Washington Uranga– Buenos Aires) Bajo el lema Un nuevo liderazgo para erradicar la pobreza y promover el desarrollo, se cerró el 11 de octubre en Mar del Plata (350 kilómetros al sur de Buenos Aires) la Semana Social organizada por la Iglesia católica argentina, que definió como prioridad pastoral “erradicar la pobreza y promover el desarrollo integral, acción y causa central de la Comisión Episcopal de Pastoral Social”.

En el encuentro, presidido por el presidente de la Pastoral Social y obispo de San Isidro, Jorge Casaretto, participaron, además de delegados de la Iglesia, dirigentes políticos, sociales, sindicales, intelectuales y representantes del Gobierno. En el acto de clausura, el propio prelado afirmó que “todos podemos dejarnos impactar y conmover por la pobreza. Todos salimos de este encuentro animados por la esperanza de trabajar por este tema. Hemos sido llamados no a ser exitosos, pero sí a ser fecundos”.

“Erradicar la pobreza y la exclusión no puede reducirse sólo a encontrar soluciones de carácter económico”, señalaron los miembros de la Comisión de Pastoral Social en la declaración emitida al final de la cita. “La pobreza –se añade en el texto– es una cuestión integral que abarca todas las dimensiones de la vida y requiere desde nuevos espacios de diálogo respuestas integrales e integradas del Estado en todos sus niveles, la sociedad civil y el mercado”. En dicho mensaje final, los participantes sostienen que la prioridad de erradicar la pobreza y promover el desarrollo “es una misión irrenunciable que brota de nuestra fe en Él [Jesucristo], cuya Persona y valores animan y dan sentido a la participación y al compromiso social, político y económico”.

La reunión propició un amplio marco de aportes de diferentes ámbitos. Fueron convocados a plantear sus puntos de vista expertos y responsables de sectores políticos, sociales, sindicales y universitarios y, de forma muy destacada, jóvenes militantes, dirigentes y estudiantes universitarios. Tal es así que, entre sus prioridades, la Comisión de Pastoral Social se ha propuesto trabajar en la formación de nuevos cuadros políticos y dirigenciales.

“La crisis del mundo y la nuestra es una crisis del sentido del bien común, que nos fragmenta y nos desvía del gran objetivo de construir un nuevo proyecto de país con justicia y solidaridad”, recuerda el documento final, firmado por la totalidad de obispos de dicha Comisión. “Vimos que la falta de diálogo y la fragmentación son los principales obstáculos para erradicar la pobreza y la indigencia” y, por tal motivo, “reafirmando nuestra auténtica opción por los más pobres, queremos seguir promoviendo un nuevo acuerdo sobre políticas públicas que puedan subsistir más allá de los cambios de gobierno”, subraya el texto.

Amistad social

Los prelados quieren también “evitar que en una Argentina dividida se sigan profundizando las desigualdades”, motivo por el que, “desde nuestra fe, buscamos seguir promoviendo gestos, obras y caminos de reconciliación, cooperación y amistad social”. En otro momento, el documento de Mar del Plata advierte que la crisis actual atañe al “sentido de la vida” y que, por tanto, “la deuda social es una deuda existencial”. Todo ello se refleja en una “desmotivación” y en la “falta de vocación emprendedora de las personas y las comunidades”. Asimismo, se denuncia que existen personas con “hambre de respeto a su dignidad” y que “no quieren ser objetos pasivos sino sujetos activos protagonistas del propio desarrollo personal y familiar”, lamentan los prelados como “testigos de nuevas formas de pobrezas y exclusiones relacionales”.

Durante su intervención en las jornadas, el presidente de la Comisión de Justicia y Paz, Eduardo Serantes, anunció que ese organismo eclesial, junto con Cáritas Argentina, están preparando una propuesta sobre un derecho universal para todos los niños argentinos, que “aspira a convertirse en una política de Estado independiente del gobierno de turno”. “Lo hemos llamado –desveló Serantes– Ingreso Básico para la Igualdad y la Equidad de la Niñez (Ingreso BIEN)”.

Al concluir el encuentro, Casaretto reafirmó que “la pobreza es una tema integral”, que “no solamente requiere soluciones parciales, transitorias y de corto plazo, sino que debemos pensar también en respuestas integrales y de largo plazo”. “Quisiéramos que gracias a esta Semana Social –reiteró el obispo– se mantenga viva la temática de la pobreza en la Argentina”, porque “es necesario un proyecto de país y, para que haya un proyecto de país, es necesario un gran acuerdo, una gran actitud reconciliatoria y de encuentro”.

wuranga@vidanueva.es

En el nº 2.679 de Vida Nueva.

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