Al son de lo cotidiano

Disco-la-distancia-es-solo(Maite López Martínez) Pablo Santamaría es de esos autores que, incansable y humildemente, contribuyen a que el panorama de la música alternativa y contracorriente se vaya enriqueciendo y humanizando más y más. Empezó a actuar en los 90, con su guitarra al hombro y un gran talento, por los templos suburbanos donde se cuece y exhibe el tipo de música que compone.

Bajo su aspecto bohemio, se esconde un peculiar artista, un musicólogo y –también hay que decirlo– un educador vocacionado que reparte su vida entre la enseñanza, el estudio, la formación, el compromiso (sobre todo con África, donde ha permanecido durante los meses de verano) y el escenario. Su trayectoria musical le hizo estrenarse con el disco Desdiciéndome de la tribu, junto al grupo Senderos, al que pertenece y con el que sigue trabajando y actuando. También ha realizado numerosas composiciones infantiles para proyectos de texto de Religión e incluso ha emprendido alguna tímida pero asombrosa experiencia como arreglista. Hasta se ha atrevido con un programa de radio especializado: Las músicas sagradas del mundo (RNE).

En los últimos tiempos, sus esfuerzos se están centrando en la promoción de su nuevo disco, primero en solitario: La distancia es solo eso. Todas sus canciones están tejidas al hilo de historias cotidianas, sorprendentes, entrañables, mucho más representativas de los márgenes y la novela negra (de la que se declara apasionado) que de las fábulas convencionales.

Un estilo peculiar y una música susceptible de poder competir con los cantautores de mayor éxito del momento. Un disco aprovechable en muy distintos contextos y ambientes, desde la escucha atenta en solitario hasta el análisis con cualquier grupo de jóvenes. El disco se distribuye sólo a través de Internet y en los conciertos en vivo.

Toda la información, en www.pablosantamaria.org

mtlopez@vidanueva.es

En el nº 2.678 de Vida Nueva.

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