Frozen river (Río helado)
(J. L. Celada) La panorámica de un luminoso aunque desolador manto blanco como telón de fondo y un primerísimo primer plano con sendas lágrimas resbalando silenciosas por el rostro ajado de una mujer. No puede encerrar mayor verdad el arranque de Frozen river, la gélida desnudez de este Río helado no admite artificios, y esa secuencia inicial nos pone sobre aviso de que cuanto sucederá a continuación va a adquirir una temperatura dramática capaz de derretir el propio escenario de los hechos.
En la frontera entre los Estados Unidos y Canadá, en una América no ya profunda sino casi subterránea (junto a la reserva india mohawk), la debutante Courtney Hunt recrudece los termómetros ambientales mientras desciende a los infiernos cotidianos de un grupo de personajes atrapado entre el rigor climático y la desesperación vital. Especialmente relevante es, en este sentido, la lucha por la supervivencia de las dos protagonistas, esforzadas heroínas en su afán extremo –hasta incurrir en la ilegalidad– por ser buenas madres.
Comprar para sus hijos una casa nueva… prefabricada, o poder estar algún día con su pequeña son sus únicos sueños. Y parecen dispuestas a todo para que se cumplan, incluso recurrir a reprobables y peligrosas prácticas delictivas como el tráfico de inmigrantes. Sin embargo, aun en medio de tales circunstancias, aflora un emotivo sentido de la solidaridad femenina que engrandece su travesía por el escurridizo cauce de este Frozen river. Porque detrás de su coraje y de su cierta insolencia, pero también entre sus dudas y temores, late una profunda humanidad.
Un corto del mismo título se sitúa en el origen de este proyecto, cuyo guión fue nominado a los Oscar y que, con apenas un millón de euros de presupuesto y una espléndida actriz al frente del reparto (Melissa Leo, candidata también a la preciada estatuilla), es una de las más destacadas producciones del denominado cine independiente de los últimos tiempos. Hace ahora un año que pasó por San Sebastián, donde Leo se alzó con la Concha de Plata, y durante este tiempo no ha dejado de cosechar galardones en los más diversos festivales.
Reconocimientos, a la postre, para una película que saca lo mejor de sus intérpretes (¡atención al joven Charlie McDermott, en su papel de hijo adolescente, y ese intercambio de diálogos con su progenitora!), que maneja el ritmo narrativo con la cadencia e intensidad requeridas en cada ocasión y que hace de la fotografía y de una austera puesta en escena dos de sus más elocuentes señas de identidad.
Ha tardado en llegar, pero ojalá prolongue su estancia. Eso significará que muchos han podido disfrutar o sufrir, compartir los sentimientos, en suma, de esa otra América que sigue sin conocer la prometida tierra de las oportunidades, pero que no duda en sacrificarse para que un día los suyos la encuentren.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO ORIGINAL: Frozen river
GUIÓN Y DIRECCIÓN: Courtney Hunt
FOTOGRAFÍA: Reed Morano
MÚSICA: Peter Golub y Shahad Ismaily
PRODUCCIÓN: Heather Rae y Chip Hourihan
INTÉRPRETES: Melissa Leo, Misty Upham, Charlie McDermott, Mark Boone Junior, Michael O’Keefe, Jay Klaitz
En el nº 2.674 de Vida Nueva.
