(Vida Nueva) Los “asentamientos ilegales” en Israel y “su correspondiente infraestructura, incluyendo el muro de separación”, tienen nefastas consecuencias sobre la vida y la dignidad del pueblo palestino y “ponen en peligro el futuro de la ciudad santa” de Jerusalén. Eso opina el comité central del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), que ha hecho un llamamiento al Gobierno de Israel para que desmantele los asentamientos en los territorios palestinos ocupados.
La petición consta en una declaración aprobada tras la reunión del comité central del CMI en Ginebra, el 2 de septiembre. En ella se califica a los 200 asentamientos de “ilegales, injustos, incompatibles con la paz y antitéticos a los intereses legítimos al estado de Israel”. Junto a ésta, el CMI ha emitido otra declaración sobre el conflicto de Darfur, en la que urge al Gobierno de Sudán a “asumir la responsabilidad plena de proteger a sus ciudadanos” sin discriminaciones étnicas o de otro tipo. Igualmente, agradece “el rol significativo de las Iglesias de Sudán al promover el diálogo interreligioso y trabajar por la paz”. Durante esta reunión, ha sido elegido el teólogo y pastor noruego Olav Fykse Tveit, de 48 años, como nuevo secretario general del CMI. Sustituye al metodista keniano Samuel Kobia, que ocupaba el cargo desde enero de 2004.
En el nº 2.674 de Vida Nueva.
