Un acuerdo garantizará la obra social de la Iglesia en Bolivia

Gobierno y obispos firman un convenio para mantener los programas en favor de los necesitados

Julio-Terrazas(Ronald Grebe– La Paz) La Iglesia católica mantendrá todos sus programas de cooperación en Bolivia, en función del primer acuerdo-marco que ha suscrito con el Gobierno de Evo Morales, al amparo de la nueva Constitución Política del Estado. Este convenio, que deberá ser ratificado por el poder legislativo, se anticipó durante la firma del documento, que estuvo a cargo del ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, y del presidente de la Conferencia Episcopal (CEB), cardenal Julio Terrazas.

El cardenal Terrazas ponderó el convenio así como la oportunidad de comunicar esa buena noticia al pueblo boliviano, ya que “este convenio permite que numerosas obras sociales de la Iglesia puedan continuar su labor a favor de los más necesitados”.

En nombre de los beneficiarios de las obras de educación, salud y protección social de la Iglesia, el cardenal Terrazas agradeció a las autoridades nacionales, en la persona del canciller, el esfuerzo largo, minucioso e interesado en aras de la firma de este convenio. El cardenal boliviano resaltó que las obras de Iglesia llevan también importantes beneficios espirituales a favor del crecimiento integral de la persona.

El presidente de la CEB y arzobispo de Santa Cruz expresó que el mensaje de la Iglesia no es teórico, sino que se manifiesta en su extensa obra social. Al finalizar, hizo votos para que pronto se pueda contar con los convenios específicos y para que estos acuerdos se cumplan y no se queden en los enunciados.

Visiones “comunes”

Por su parte, el canciller David Choquehuanca, quien firmó el texto en nombre del Gobierno, aseguró que se trata de un acuerdo que garantizará la libertad religiosa en Bolivia y destacó además que estos derechos se cumplirán de manera privilegiada en el sistema educativo nacional. “Ambas instituciones [Iglesia y Gobierno] tenemos visiones comunes para lograr el bienestar y la liberación de todos los hombres, las mujeres y todos los pueblos”, puntualizó el jefe de la Diplomacia boliviana.

ChoquehuancaSegún el artículo cuarto de la nueva Constitución, vigente desde febrero de este año, “el Estado respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias de acuerdo con sus cosmovisiones”. Asimismo, subraya que “el Estado es independiente de la religión”.

Los fundamentos del convenio se encuentran, por un lado, en los principios de inclusión y desarrollo sostenible que establece la nueva Constitución Política del Estado y, por otro, en el vasto contenido de la Doctrina Social de la Iglesia. Este convenio implica un reconocimiento por parte del Estado de la obra social que está acometiendo en el país la Iglesia católica, tanto por la calidad de sus servicios como por el número y alcance de las mismas, así como valora la importancia de la dimensión religiosa en la formación integral de la persona y el derecho de administración que tiene la institución de sus obras.

Concreciones posteriores

Por su parte, el secretario general de la CEB, monseñor Jesús Juárez, ha explicado que este convenio establece los principios y las bases comunes para una acción coordinada en el campo social, y que posteriormente dará lugar a acuerdos más específicos en temas de salud, educación y servicio social.

La Iglesia católica en Bolivia cuenta actualmente con 1.500 obras de educación, 600 obras en el ámbito de la salud, 300 obras de protección social, 200 de comunicación y más de 50 proyectos productivos, según datos proporcionados por la Conferencia Episcopal.

ALGUNOS VACÍOS Y AMBIGÜEDADES

En opinión del vicario judicial del Arzobispado de Cochabamba, Miguel Manzanera, la principal diferencia de este acuerdo con el que se firmó en 1997, es que la situación de la Iglesia ha cambiado en la nueva Constitución Política del Estado, pues la católica ya no es reconocida como la religión oficial del país. Sin embargo, Manzanera consideró que la suscripción del acuerdo es positiva debido a que es necesario sentar las bases jurídicas en las que actualmente se mueve la Iglesia. También consideró que todavía existen algunos vacíos y ambigüedades, pues no queda claro si los padres tendrán libertad para elegir la educación religiosa de sus hijos o si el Estado buscará intervenir en ello. El vicario judicial indicó que esta situación se aclarará una vez que se conozca la nueva Ley de Educación ‘Avelino Siñani’. Y señaló que hasta la fecha el nuevo currículum escolar no habla de la materia de Religión, sino de Ética y moral, y que uno de los puntos conflictivos es la formación de profesores de religión.

rgrebe@vidanueva.es

En el nº 2.672 de Vida Nueva.

Compartir