Los obispos de EE.UU. quieren el fin del embargo hacia Cuba

Una delegación de prelados visita la Isla y constata la recuperación tras los huracanes de 2008

O,Malley-y-Wenski(Araceli Cantero Guibert– Miami) Un año después de que tres huracanes arrasaran la isla de Cuba en agosto y septiembre de 2008, una delegación de obispos norteamericanos ha visitado la Isla para constatar los progresos en la recuperación y el fruto de las ayudas enviadas por la Iglesia de los Estados Unidos: más de 860.000 dólares, de los cuales 250.000 estaban destinados a 11 proyectos de recuperación de los huracanes.

Además de los contactos con los obispos y la visita a las diócesis de La Habana, Santiago de Cuba y Holguín, el viaje ha servido para encuentros con representantes del Gobierno cubano y para interceder por los presos políticos y abogar por un cambio en las relaciones entre los gobiernos de ambos países.

Formaron parte de la visita, del 17 al 21 de agosto, el cardenal de Boston, arzobispo Sean O’Malley; el obispo de Orlando (Florida), monseñor Thomas Wenski; y el obispo auxiliar de San Antonio (Texas), monseñor Oscar Cantú. Con ellos viajaron el  secretario del cardenal O’Malley, padre Jonathan Gaspar, y el religioso oblato Andrew Small, director del Subcomité para la Iglesia de América Latina de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), que está a cargo de la colecta anual que se hace en las parroquias a beneficio de la Iglesia en Latinoamérica y el Caribe, que en 2008 recogió siete millones de dólares.

Santiago de Cuba y Holguín son dos de las diócesis afectadas por los huracanes, en la zona oriental de la Isla. Solamente en Holguín, el paso del huracán Ike dejó 18.764 hogares destruidos, cerca de 22.000 parcialmente derrumbados y 31.937 sin tejado. De los 59 templos en la diócesis, cuatro quedaron arrasados y diez sin techo. Otros nueve se habían derrumbado antes.

A su llegada a La Habana, el día 17, los obispos se reunieron con representantes de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la Isla, que hace las funciones de embajada por la ausencia de relaciones diplomáticas entre ambos países. Allí dieron una conferencia de prensa.

Apoyo a Obama

La Iglesia norteamericana apoya las medidas adoptadas por el presidente Barack Obama, que han eliminado las restricciones impuestas en 2003 que permitían a los cubanos viajar sólo cada tres años a la Isla y limitaban el envío de remesas a sus familiares. También apoya las medidas que permiten ciertas relaciones comerciales y el facilitar mejoras en las telecomunicaciones.

En la conferencia de prensa del día 17, los obispos pidieron que se posibiliten los viajes a la Isla, también a los ciudadanos norteamericanos, y que se elimine el embargo comercial que mantienen los Estados Unidos hacia Cuba desde 1962.

Monseñor Wenski manifestó la necesidad de un nuevo enfoque de las relaciones entre el Gobierno de Estados Unidos y el de Cuba y dijo que tanto “la Iglesia en Cuba como la Iglesia de los Estados Unidos quieren esos cambios”. Y comentó que gestos como ése crean, en ambas partes, confianza en que otros cambios puedan ocurrir. “Es importante no perder esta oportunidad”, dijo, lamentando otras oportunidades perdidas en el pasado.

Para el obispo de origen polaco que aprendió el castellano durante sus años de seminarista en Miami, éste no ha sido su primer viaje a Cuba. Durante sus años como director de Cáritas Diocesana en la Arquidiócesis de Miami, monseñor Wenski mantuvo estrechas relaciones de colaboración y apoyo a Cáritas Cuba y viajó frecuentemente a la Isla. Ahora es miembro del Comité de Política Internacional de la USCCB.

EL NUEVO SEMINARIO DE LA HABANA, “UN SIGNO DE ESPERANZA”

El grupo de obispos estadounidenses mantuvo un encuentro en La Habana con Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional. Según informó Radio Martí, emisora del Gobierno de EE.UU. que transmite hacia Cuba, los obispos trataron el tema de los presos políticos. La emisora dijo que, según había comentado el obispo Wenski, mientras Alarcón se interesaba por interceder por los cinco espías del Gobierno cubano presos en los Estados Unidos, los obispos trataron de la situación de los presos políticos en cárceles cubanas. Antes de viajar a las diócesis de Holguín y Santiago de Cuba, el grupo saludó al arzobispo, cardenal Jaime Ortega Alamino, quien reconoció los lazos de fraternidad que siempre han existido entre las dos Iglesias. También visitó las obras del nuevo seminario San Carlos y San Ambrosio, en las afueras de La Habana. Monseñor Wenski quedó impresionado por el progreso en la construcción del seminario y dijo que “es un signo de esperanza para la misión pastoral de la Iglesia en Cuba”.

En el nº 2.672 de Vida Nueva.

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