Planes regresa como obispo a Cartagena

lorca-planes(J. L.) Tan sólo dos semanas después del anuncio de su nombramiento, José Manuel Lorca Planes regresa el 1 de agosto a su diócesis natal, Cartagena, para tomar posesión de la misma como nuevo obispo. De ella salió de vicario general hace un lustro para convertirse en obispo de Teruel y de Albarracín –de donde marchó, a su vez, tras 18 años de ministerio, un pastor de aquellas tierras aragonesas– y ahora vuelve, se dice, para tratar de poner un poco de orden en una sede muy agitada en los últimos meses a cuenta de las diferencias entre el anterior obispo, Juan Antonio Reig Plá –hoy titular de Alcalá de Henares– y el presidente de la UCAM, el laico José Luis Mendoza.

Tal vez por ello, en sus primeras palabras a los fieles de Cartagena, quiso recordar a los sacerdotes y pastores que trató durante años, “modelos vivos de gran corazón”, invitando a todos, “sacerdotes y laicos, hombres y mujeres, jóvenes y adultos”, a trabajar juntos “en el proyecto de Dios”. “Nuestra tarea –les dijo– es anunciar que hay otra forma de vivir, pero se necesita algo más que palabras, se necesita la vida entregada”. Razón por la cual les pidió “el coraje y la valentía que da el Espíritu”, así como “desoír los cantos de sirena que lanza el mundo para desviarnos de los valores del Reino”.

El nuevo titular –que entró en Cartagena con una visita estacional en la parroquia que le vio nacer a la fe, en 1949– reiteró su voluntad de trabajar con todos, y en comunión, porque “la búsqueda de la unidad no significa perseguir la estéril uniformidad, sino aceptar, respetar y tutelar la legítima variedad que nos regala el Espíritu en los múltiples carismas”. “Os necesito a todos”, reiteró. “A ningún cristiano católico le está permitido cruzarse de brazos, la indiferencia es pecado, cuando hay tanto por hacer que nos apremia el amor misericordioso de Dios”.

En el nº 2.671 de Vida Nueva.

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