El Papa, satisfecho por el compromiso de Obama para reducir los abortos

Clima “cordial” en el primer encuentro de Benedicto XVI y el presidente de EE.UU.

obama-y-el-papa (Vida Nueva) Regina Benjamin, una médica rural de Alabama, ha sido nombrada por el presidente Obama para el cargo de Cirujano General de Estados Unidos, un puesto administrativo clave en la reforma del sistema de salud. Aunque no se conoce su postura sobre la defensa de la vida, la comunidad católica espera que su labor sea coherente con las enseñanzas de la Iglesia, en lo que podría ser un paso del presidente estadounidense para reducir los abortos en el país, tal y como se comprometió en su reciente encuentro con Benedicto XVI.

recibimiento-obama(Antonio Pelayo- Roma) La audiencia que el Papa concedió a Barack Obama tuvo lugar el viernes 10 de julio, en la que estuvo acompañado de su esposa Michelle, de sus dos hijas Malia y Sahsa, de su abuela Marian Robinson y de un numeroso séquito del que formaban parte, entre otros, los consejeros para la Seguridad Nacional General, Jim Jones y Denis McDonough, y la jefa del staff de la Casa Blanca, Mona Sutphen.

La imponente caravana que condujo al presidente de los Estados Unidos de América al Vaticano llegó al Patio de San Dámaso pasadas las cuatro de la tarde. Al descender de su limusina blindada, Obama fue recibido por su compatriota, James M. Harvey, un grupo de gentilhombres de Su Santidad y el piquete de honor de la Guardia Suiza. El presidente fue conducido a la prima loggia, al despacho del Secretario de Estado, donde le esperaban el cardenal Tarcisio Bertone y monseñor Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados, con quienes mantuvo una agradable conversación de 20 minutos, proemio de la que enseguida iba a celebrar con el Pontífice.

Éste salió a su encuentro en la llamada Sala del tronetto poco antes de las cinco de la tarde y, acribillados por los flashes de los fotógrafos, se dieron calurosamente la mano antes de entrar en la Biblioteca Privada del Papa, donde tomaron asiento acompañados de dos intérpretes que solamente intervinieron en algunos momentos del coloquio, que se prolongó durante 40 minutos.

obama-papa-2Al final de la entrevista entraron en la Biblioteca Michelle Obama con sus hijas -las tres muy emocionadas, como podía constatarse en la transmisión televisiva- y el resto de los acompañantes. El presidente le regaló al Papa una estola litúrgica que perteneció a san Juan Nepomuceno Neuman (1811-1860), el primer obispo norteamericano canonizado por Pablo VI en 1977. El Santo Padre correspondió con un cuadro-mosaico de la Basílica de San Pedro, un ejemplar personalmente dedicado de la encíclica Caritas in veritate y otro de la Dignitas personae, última instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre los problemas de la bioética. “Así le será más fácil entender las posiciones de la Iglesia católica en estas materias”, le susurró el secretario personal del Papa, monseñor Georg Gänswein, a lo que Obama respondió : “Me la leeré ahora en el avión”.

En el comunicado hecho público por la Sala de Prensa de la Santa Sede se relata el elenco de los temas tratados en los “cordiales coloquios”, comenzando por “el gran desafío para el futuro de todas las naciones y para el verdadero progreso de los pueblos, que es la defensa y la promoción de la vida y el derecho a la objeción de conciencia”. En párrafos sucesivos se enumeran otros problemas de los que se habló, como “la emigración, con una particular atención al aspecto de la reunión familiar”, las perspectivas de paz en Oriente Medio, el “diálogo entre culturas y religiones, la crisis económico-financiera a nivel global y sus implicaciones éticas, la seguridad alimenticia, la ayuda al desarrollo sobre todo en Africa y América Latina y el problema del narcotráfico. Por fin se ha subrayado la importancia de la educación a la tolerancia en todos los países”.

El Papa, “muy contento”

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, concretó algo más el punto importante de la conversación del presidente con el Papa. “Éste -dijo el jesuita- ha quedado extremadamente satisfecho, muy contento y bien impresionado después del encuentro”. La causa de esta satisfacción papal se basaba en que Obama le había expresado “muy explícitamente su compromiso personal para hacer todo lo posible para que disminuya el número de abortos en los Estados Unidos y para tener muy en cuenta las posiciones de la Iglesia católica al respecto”.

obama-papa-3Por parte norteamericana, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibss, aseguró que el presidente estaba muy “impresionado” por su encuentro con Joseph Ratzinger. En unas declaraciones al diario Avvenire, de la Conferencia Episcopal Italiana, previas a su llegada a Roma, el inquilino de la Casa Blanca había afirmado, en efecto, que “aunque políticamente lo veo como un encuentro con un jefe de Gobierno extranjero, me doy cuenta de que, naturalmente, es mucho más que eso. Entiendo muy bien la influencia que tiene el Papa, que va más allá de los límites de la Iglesia católica. El Pontífice goza de mi máximo respeto personal como persona que une una gran cultura y una gran sensibilidad”. 

Respecto a sus divergencias con la Iglesia católica sobre temas como el aborto o la investigación sobre células madre, el presidente decía también a la periodista Elena Molinari: “No habrá un momento en el que decida ignorar las críticas de los obispos católicos porque soy el presidente de todos los americanos y no sólo de aquellos que, por casualidad, estén de acuerdo conmigo… Defenderé siempre con fuerza el derecho de los obispos a criticarme incluso con tonos apasionados. Y seré muy feliz de recibirles en la Casa Blanca para hablar de los temas que nos unen y de los que nos dividen en una serie de mesas redondas. Habrá, sin embargo, algunos ámbitos en los que no será posible ponerse de acuerdo”.

Comentando la audiencia del Papa con Obama, el director de L’Osservatore Romano, Gian Maria Vian, declaraba al Corriere della Sera: “Es importante que la posición católica sobre las cuestiones éticas no sea confundida con una opción de color político. Es una preocupación por la defensa de la persona humana y de la vida sostenida con razones accesibles para todos. Benedicto XVI está convencido de que basta una razón no cerrada a lo trascendente o al menos a las razones de los hombres de fe para que se pueda defender juntos la vida”.

Con ocasión de la cumbre del G-8 celebrada en la localidad italiana de L’Aquila del 8 al 10 de julio, también atravesaron los dinteles del portone di bronzo para ser recibidos por Joseph Ratzinger el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak; el primer ministro japonés (primer católico que ocupa dicho puesto en su país), Taro Aso; el primer ministro de Australia, Kevin Rudd; y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper. Y, al finalizar la audiencia general del miércoles 8 de julio, un grupo de esposas de los jefes de Estado y de Gobierno que acompañaban a sus maridos durante su viaje a Italia.

El pasado lunes 13 de julio, el Pontífice abandonaba la ciudad de Roma para pasar unos días de descanso (hasta el miércoles 29) en el Valle de Aosta. Le deseamos -¡no faltaba más!- unas muy buenas y merecidas vacaciones.

ROMA, LOS LEFEVBRISTAS Y LAS CUESTIONES DOCTRINALES

ordenaciones-lefevbristasEl miércoles 8 de julio se hacía pública la carta apostólica Ecclessiae unitatem con la que Benedicto XVI, motu proprio, modifica, como ya había anunciado, la Comisión ‘Ecclesia Dei’, instituida por Juan Pablo II el 2 de julio de 1988 para facilitar la “plena comunión eclesial de los sacerdotes, seminaristas, comunidades o individuos religiosos y religiosas hasta ahora ligados de alguna manera a la Fraternidad nombrada por monseñor Lefebvre que deseen permanecer unidos al Sucesor de Pedro en la Iglesia católica, conservando sus tradiciones espirituales y litúrgicas”.

Benedicto XVI ha decidido que el presidente de la citada comisión sea el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (en la actualidad, el norteamericano cardenal William J. Levada), en la que queda integrada, aun cuando mantenga su propio personal, al frente del cual está ahora el nuevo secretario monseñor Guido Pozzo (oficial de la ya mencionada Congregación). Se les agradecen los servicios -es un modo de hablar- al cardenal Darío Castrillón Hoyos y a monseñor Camille Perl.

Queda meridianamente claro, con esta nueva disposición, que la remisión de la excomunión a los cuatro obispos lefebvristas fue un gesto paterno del Papa, pero que “las cuestiones doctrinales -se dice ahora- siguen, y hasta que no se aclaren, la Fraternidad no tiene un estatuto canónico en la Iglesia y sus ministros no pueden absolutamente ejercer de modo legítimo ningún ministerio”.

apelayo@vidanueva.es

En el nº 2.669 de Vida Nueva.

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