Dos españoles estarán al frente de los escolapios y los teatinos

Pedro Aguado y Valentín Arteaga fueron elegidos en capítulos celebrados excepcionalmente fuera de Roma

arteaga-y-aguado(Miguel Ángel Malavia) Dos españoles estarán al frente, durante los próximos años, de sendas congregaciones religiosas con dimensión mundial. Se trata de Pedro Aguado y Valentín Arteaga, Superiores Generales, respectivamente, de los escolapios y los teatinos. 

En el caso de Pedro Aguado, su elección, que tuvo lugar el 4 de julio y lo fue por unanimidad, significó el principal punto abordado en el 46º Capítulo General de las Escuelas Pías, que está teniendo lugar en la Casa-santuario de Peralta de la Sal (Huesca) del 1 al 25 del presente mes. El propio lugar del encuentro también ha resultado una excepcionalidad, pues lo ordinario es que los capítulos de este signo tengan su sede en Roma. Los 74 conciliares han querido mostrar con este gesto un reconocimiento a la figura del fundador de las Escuelas Pías, san José de Calasanz (1557-1648), quien nació en la localidad aragonesa. Cabe recordar que, en 2007, Peralta de la Sal, junto a Barbastro, albergó las celebraciones del 450º aniversario del nacimiento de su fundador, en un hito en el que se dieron cita escolapios de todo el mundo. 

Aguado sustituye al también español Jesús María Lecea (al frente desde 2003), inaugurando un mandato de un sexenio. En su primer discurso, apelando a las raíces calasancias, señaló las “virtudes” que espera iluminen su gobierno: “Visión de futuro, creatividad y sentido de la medida y del buen hacer”. 

El nuevo rector escolapio nació en Bilbao, tiene 52 años y ha desarrollado casi toda su experiencia en colegios de la congregación en España y América Latina. Licenciado en Teología y en Pedagogía, hasta ahora era el Superior de la Provincia de Emaús (que engloba a las comunidades de Andalucía, País Vasco y Navarra). Anteriormente, ocupaba el mismo cargo en lo que era la Provincia de Vasconia.

El Padre Lecea, en la convocatoria del encuentro, hizo mención al carácter histórico que embarga a este 46º Capítulo General, que coincide con los 40 años del Capítulo General Extraordinario, que tuvo lugar en Roma entre 1967-1969, “con el fin de aplicar a la vida y a la misión de la orden la doctrina y las orientaciones del Concilio Vaticano II, apenas clausurado dos años antes”. A su juicio, “esta feliz coincidencia nos lleva a mantener vivo entre nosotros, con fidelidad y creatividad, el espíritu conciliar que impregnó a toda la Iglesia”. Con la elección de Aguado, los escolapios parecen haber definido el modo de desarrollar su particular vocación. 

Un Superior poeta

Por otro lado, Valentín Arteaga resultó elegido, por segunda vez consecutiva, Superior General de la Orden Teatina. En un hito histórico, el Capítulo General de los Clérigos Regulares Teatinos en el que se produjo esta ratificación en su gobierno, tuvo lugar por primera vez fuera de Roma. Concretamente, en el monasterio de Santa María de Iranzu (Navarra), entre el 15 y el 26 de junio.

Valentín Arteaga, nacido en Campo de Criptana (Ciudad Real) en 1936, es sacerdote desde 1963. Licenciado en Teología Dogmática por la Gregoriana de Roma, fue profesor de Teología en diversos centros religiosos de toda España. Además, su nombre está asociado a la producción literaria (afición que adquirió en sus años de estudiante en el Colegio Español de Roma, junto a compañeros de tertulia como José Luis Martín Descalzo). Poeta de reconocido prestigio -ha escrito una treintena de obras, obteniendo distintos galardones-, siempre ha conjugado su capacidad creativa con su vocación espiritual. Al frente de los teatinos desde 2003 como Prepósito General, ya antes era Provincial de España.

Las jornadas celebradas en Santa María de Iranzu contaron con la presencia, como observador, del arzobispo de Bahía Blanca (Argentina), Guillermo Garlatti. También estuvo, en un retiro espiritual que precedió al Capítulo, el arzobispo de Pamplona-Tudela, Francisco Pérez

En un comunicado hecho público a la conclusión del encuentro, los participantes apelaron a la fidelidad a las raíces que han dado forma a su congregación, siempre con su fundador, san Cayetano de Thiene (1480-1547), como referencia. “De manera especial, en estos momentos de crisis económica globalizada, más profunda en algunas de nuestras Provincias que en otras, nos proponemos vivir más radicalmente la pobreza evangélica y hacer un compromiso, efectivo y afectivo, con el muno de la pobreza”, concluía la nota.

En el nº 2.668 de Vida Nueva.

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