‘Deseamos una presencia vaticana en Vietnam’

El Episcopado del país espera normalizar las relaciones con el Gobierno

iglesia-vietnamita(M. Gómez)La Iglesia en Vietnam atraviesa un momento que, si bien no se puede calificar de fácil, es más esperanzador que etapas anteriores, dada la mejora de las relaciones con el poder político. Así lo refiere, con un cierto optimismo, el presidente de la Conferencia Episcopal, Pierre Nguyen Van Nhon: “En estos momentos se habla de un camino positivo en las relaciones diplomáticas”. En una entrevista con Radio Vaticana, con ocasión de la visita ad limina que los obispos vietnamitas han finalizado el 4 de julio, Van Nhon lo atribuía a los periódicos encuentros mantenidos en Hanoi entre el Gobierno y una delegación vaticana.

No obstante, el presidente del Episcopado querría una normalización plena: “Deseamos ardientemente la presencia permanente de la Santa Sede: un representante del Papa sería para nosotros un signo tangible del Santo Padre y de la Iglesia”. Convencido de los “progresos” que se alcanzan cuando hay empeño por ambas partes, Van Nhon cita, como ejemplo, que el nombramiento de obispos “es ahora mucho más libre”. “A veces hay dificultades o tensiones [con las autoridades comunistas] -reconoce-, pero a través del diálogo se pueden encontrar y resolver antes los problemas”.

La vietnamita es la tercera Iglesia en importancia en Asia, por detrás de China y Filipinas: hay más de seis millones de fieles católicos (el 7% de la población) y las cifras son alentadoras, a juzgar por el crecimiento de los últimos cinco años: 3.503 sacerdotes (2.877 diocesanos), 1.688 hermanos religiosos, 13.675 religiosas y 2.186 seminaristas mayores (en 2002 eran 1.580). “Contamos mucho con los jóvenes, porque son la base del futuro”, explicaba Van Nhon, asegurando que los 50.000 catequistas que hay en el país son jóvenes voluntarios y que la familia es “un pre-seminario”. El reto para con los fieles es ofrecerles “una mejor preparación” para que puedan “explicar a los demás los contenidos de nuestra fe”.

Contribuir al desarrollo

Durante la audiencia, Benedicto XVI aseguró que “una sana colaboración entre Iglesia y comunidad política es posible” y alentó a los obispos para que contribuyan “al desarrollo del país”, en aras de “una sociedad justa, solidaria e igualitaria”. Las religiones, subrayó el Papa, “no constituyen un peligro para la unidad de la nación”.

El próximo 24 de noviembre, la Iglesia en Vietnam iniciará un año jubilar en el 350º aniversario de la creación de los vicariatos apostólicos de Tonkin y Cochinchina. El 24 de noviembre de 2010 será, a su vez, el 50º aniversario de la creación de la jerarquía católica en el país.

En el nº 2.667 de Vida Nueva.

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