Valencia afronta numerosos cambios tras la llegada de Osoro

(José Ramón Navarro Pareja– Valencia) La llegada de Carlos Osoro a la diócesis de Valencia está provocando cambios más rápidos de lo previsto. En apenas dos meses, las decisiones tomadas en los últimos días parecen demostrar que la cercanía a los sacerdotes y a los feligreses mostrada desde el primer día, o el abrazo a Rafael Sanus en la toma de posesión, van más a allá de simples gestos y muestran una clara línea de gobierno y acción pastoral. 

En este sentido hay que entender el acuerdo que Osoro alcanzaba la pasada semana con el CEU-San Pablo, por el que se actualizaban los alquileres que esa institución paga por ocupar dos tercios del seminario de Moncada. De esta forma, el arzobispo zanjaba en poco más de un mes un conflicto que se remota finales de los años 90 y que se intensificó en 2008 cuando el Arzobispado envió un requerimiento notarial al CEU en el que le instaba a la actualización del alquiler, puesto que lo consideraba “anacrónico y desfasado”, o al abandono de las instalaciones.

Poco después, el cardenal García-Gasco anunciaba la intención de la diócesis de crear una casa sacerdotal y un colegio seminario en esas instalaciones. La falta de entendimiento hizo que el Arzobispado presentara una demanda judicial. Sin embargo, el nuevo acuerdo, que supone el archivo de las actuaciones judiciales, permite al CEU el uso de las instalaciones durante los próximos quince años, a la par que triplica las cantidades que hasta ahora se estaban pagando por los alquileres.

Ese mismo día también se daba a conocer el nombramiento como nuevo vicario general de Vicente Fontestad, de 52 años, que sustituye a Eduardo Margarit, de 82. Bien conocido y apreciado por el clero -fue formador en el seminario mayor-, Fontestad, hasta ahora arcipreste de Gandía, renunció en 2004 a una alta responsabilidad eclesial.

Otra decisión bien acogida es la de reabrir el Centro de Pastoral Vocacional, creado en la etapa del arzobispo Miguel Roca y cerrado hace unos años. La iniciativa se enmarca dentro del Año Sacerdotal y del objetivo de dinamizar la pastoral vocacional que el nuevo arzobispo ha manifestado desde su llegada a la diócesis.

En el nº 2.665 de Vida Nueva.

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