Esperan mayor protección para las minorías religiosas
(M. Gómez) Las Iglesias cristianas de la India han acogido con satisfacción y esperanza los resultados de las elecciones celebradas en el país entre abril y mayo, y que han dado como clara vencedora a la coalición del Congreso (UPA), frente al partido de la oposición, el nacionalista hindú BJP. En palabras del arzobispo de Bombay, Oswald Gracias, se trata de una victoria de la libertad religiosa.
A las pocas horas de hacerse públicos los resultados de los comicios, el 16 de mayo, la Conferencia de Obispos Católicos de la India emitía un comunicado en el que felicitaba a la UPA y agradecía, además, a los electores el que hayan apostado por una opción laica y democrática de gobierno. “El Congreso y sus aliados mantendrán la promesa de preservar el país de las fuerzas comunitaristas que buscan fragmentarlo -confía el Episcopado-, lo que además permitirá que los ciudadanos de las minorías religiosas recuperen la confianza”.
Devolver la tranquilidad
Los obispos esperan ahora que el nuevo Gobierno cumpla sus promesas electorales acerca de preservar el país de toda deriva sectarista y de devolver la tranquilidad a la población, sobre todo a las minorías religiosas. Los responsables cristianos interpretan esta victoria como un rechazo a los postulados radicales de los grupos nacionalistas y como una defensa de los valores laicos referidos en la Constitución de 1947. O, dicho de otro modo, desean que la derrota de estos partidos haga retroceder a los movimientos integristas.
En declaraciones a Radio Vaticano, el secretario general del movimiento ecuménico ‘All India Christian Council’, Abraham Mathai, consideraba que el partido del Congreso debe distanciarse de forma clara de los actos de grave violencia contra los cristianos acaecidos en los últimos meses, sobre todo en el Estado de Orissa, que costaron la vida a miles de personas. “También deberá afrontar seriamente -continuaba- el problema de la pobreza, que constituye la otra cara del gran poder económico de la India”.
En el nº 2.662 de Vida Nueva.
