Conciencia acrítica

Good

good(A. J. Rivera) Acaba de llegar a la cartelera Good, el más importante de los últimos estrenos de la semana, llamado a batirse en la taquilla con las fílmicamente poderosas Ángeles y demonios, X-men orígenes: Lobezno o Star Trek, y más modesto que éstas. Un primer acercamiento al filme nos muestra a su protagonista, John Halder, como un hombre bueno y honesto con diversos problemas familiares que se ve irremediablemente abocado a colaborar con el nazismo: los responsables de la propaganda gubernamental se fijan en una desconocida novela en la que este profesor de Literatura argumenta a favor de la eutanasia, y a Halder no le queda más que responder a los requerimientos del III Reich, asumiendo cada vez más responsabilidades, hasta que ya no hay vuelta atrás. Pero en este personaje hay muchos matices.

El John Halder de Vicente Amorim (director brasileño de origen vienés inédito en España) es la metáfora de una sociedad que se dejó llevar por las circunstancias, y por eso el cineasta alerta: “Lo que le pasa a John podría ocurrirle a cualquiera… hoy mismo”.

good-2Halder (Viggo Mortensen, que logra un personaje muy creíble aunque no alcance las cotas de otras interpretaciones) es un intelectual que no parece convencido de nada de lo que dice ni hace. Sí, sacrifica su tiempo libre y su prometedora pero estancada carrera profesional por el trabajo de su mujer, y no le importa cocinar y ayudar a los niños con sus deberes, ni cuidar de su madre enferma. Y no rechista ante los requerimientos de su suegro, de sus estudiantes o de su jefe de departamento, se disculpa continuamente, se siente abrumado y culpable por todo lo que ocurre a su alrededor… Pero todo esto no le convierte en un hombre bueno, sino en un ser pasivo. Parecería que sólo una alumna con intenciones nada altruistas consigue insuflarle algo de ánimo creativo, pero pronto concluimos que no, que Halder no tiene una “vida tan complicada” como quiere hacernos creer, y que, más que una víctima, es un victimista al que le falta conciencia crítica. 

El contrapunto se lo da su amigo Maurice (espléndido Jason Isaacs), un psiquiatra judío plenamente consciente de lo que está pasando y de lo que está por venir. Él se da cuenta de que Halder no vive en la realidad, que repite argumentos vanos o que, sencillamente, se calla y huye hacia delante. Tras la decepción, la lógica puede más y quema sus últimas naves pidiéndole al antiguo compañero de armas y ahora oficial de las SS que le ayude a escapar de Alemania.

good-3Para cuando Halder identifica sus fantasmas, el espejo ya no le devuelve la imagen del imponente y exitoso hombre vestido de uniforme, ni tiene nadie a quien pedirle perdón. Good, efectivamente, no es la enésima película sobre nazis (aunque lo sea), sino la parábola del hombre que se dejaba llevar y que perdió las riendas porque no se atrevió a creer en nada ni a defenderlo. Cualquier cosa más que se cuente sobre el argumento destripa el onírico y certero final. 

 

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Good

DIRECCIÓN: Vicente Amorim

GUIÓN: John Wrathall, sobre la obra teatral de Cecil Philip Taylor

FOTOGRAFÍA: Andrew Dunn

MÚSICA: Simon Lacey

PRODUCCIÓN: M. Segal, S. Boote, B. Dietrich, K. Loader, D. Lupovitz y J. Wrathall

INTÉRPRETES: Viggo Mortensen, Jason Isaacs, Jodie Whittaker, Mark Strong, Gemma Jones

En el nº 2.662 de Vida Nueva.

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