Isidro Hernández: “Si queremos ser significativos, los medios son ineludibles”

isidro-hernandez(Luis Alberto Gonzalo-Díez, cmf) Con motivo del encuentro La vida religiosa en la era de la información, que se celebra en Madrid del 8 al 10 de mayo, nos acercamos a Isidro Hernández, director del Área de Comunicación de CONFER. Religioso trinitario, desde hace diez años trabaja al servicio de la vida consagrada española en CONFER, dirigiendo las publicaciones Revista de Vida Religiosa CONFER, Noticias CONFER y Folletos CON-EL, encartados también en Vida Nueva. “Estos Folletos son un referente histórico en una publicación de gran referencia eclesial como es nuestra revista. Han prestado y prestan un gran servicio a muchas comunidades religiosas”, comenta el P. Isidro, responsable de un equipo de comunicación amplio y bien nutrido.

¿Por qué cree que este encuentro es necesario?

Por una parte, nos parece necesario como evaluación del camino recorrido al celebrarse, este 2009, el X Encuentro Nacional de Responsables de Información de los Institutos de Vida Religiosa. Estos encuentros han desarrollado un programa de oferta especializada en el uso y consumo de medios, incluidos talleres de destrezas prácticas afines y cursos de formación, organizados conjuntamente con el Departamento de Medios de Comunicación de la Conferencia Episcopal Española y con la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Y por otra parte, creemos que es el momento oportuno para hacer un análisis del lugar que tiene hoy la vida consagrada en la sociedad de la información, ver los desafíos que desde los medios de comunicación se le presentan y conocer las posibilidades que la vida consagrada tiene para su misión en la era digital. 

¿Hasta qué punto la información es parte de la misión de los consagrados hoy?

La vida consagrada, como toda la Iglesia, si quiere ser significativa para la sociedad de nuestro tiempo, no puede vivir de espaldas a los medios de información, ni estar ajena a ellos. Para contar la ‘Buena Noticia’, para comunicar y compartir a otros lo conocido y experimentado, los medios de comunicación son una mediación ineludible hoy, pues sigue siendo verdad el pensamiento de que “lo que no aparece en los medios no existe”. Nuestra vida de consagrados no es sino una vida en misión, una vida consagrada a anunciar, con gestos y palabras, la Buena Noticia del Señor.

¿Transmitimos bien los consagrados?

Si el medio es el mensaje, creo que la gran mayoría de los consagrados transmite con suficiente nitidez lo que son y lo que viven, aunque siempre se puede mejorar. Otra cuestión es si este tipo de mensaje interesa al mercado de la comunicación (consumidores y empresarios), dado que la vida consagrada ha perdido su relevancia social y a los medios sólo les interesa lo anecdótico y escandaloso de la vida de los consagrados.

Un tema distinto es si los consagrados y consagradas, en general, tienen las destrezas necesarias para utilizar los canales convencionales de transmisión de la información. Tal vez, en este aspecto, tenemos una asignatura pendiente, por carecer de una formación específica en medios y no estar entre los objetivos prioritarios en los planes de formación y equipos de gobierno.

En la aldea global de la comunicación en la que vivimos, creo que la formación en medios debiera tener un lugar relevante en el currículo formativo de las vocaciones a la vida consagrada. La oferta desde el Área de Comunicación de CONFER quiere colaborar en este sentido.

La mejor noticia

¿Cuál es la noticia más necesaria para la vida consagrada española?

Posiblemente, la mejor noticia para la vida consagrada española es que en España habrá consagración “para rato”. Que, a pesar de dificultades coyunturales de todo tipo, algo nuevo está naciendo. En palabras del presidente de CONFER, Alejandro Fernández Barrajón, “¿no lo veis? Está naciendo una nueva primavera”. Sin ánimo chovinista, podemos afirmar que el futuro está en el presente. La vida consagrada del mañana está en las brasas incandescentes del fuego de hoy.

MIRADA CON LUPA

La urgencia de la misión pide “contar” lo que vivimos. Hay que conocer lo que la gente vive, ponerte en el lugar del otro sabiendo lo que quieres comunicar. El mensaje de Dios es necesario para nuestro tiempo, pero para hacerlo suyo, tiene que quererlo. Y crear ese ansia de Dios necesita un uso adecuado de los medios… En primer lugar, uso, porque están al servicio de la Buena Noticia; en segundo lugar, adecuado, porque la concesión a la técnica nunca debe primar sobre el mensaje y, en tercero, convencidos de que son medios… porque absoluto, sólo Dios.

lagonzalez@vidanueva.es

En el nº 2.659 de Vida Nueva.

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