Justicia y Paz conciencia sobre la necesidad de un consumo justo

acto-consumo-justo(M. Arrivi) Un consumo justo y felicitante: que no sea exclusivo de los países ricos y que produzca felicidad en la medida en que cada uno sabe que no está lesionando los derechos de los otros. Esta idea, expresada por la catedrática de Ética Adela Cortina en las jornadas Custodios de la creación, razones teológicas para un consumo responsable, que congregaron recientemente en Valencia a todas las comisiones diocesanas de Justicia y Paz de España, es el broche de los tres años que la entidad fundada por Pablo VI en 1967 ha dedicado a estudiar el consumo desde sus más variadas perspectivas.

La manera de que no consumamos como energúmenos es que seamos conscientes de nuestras necesidades y nos adaptemos a ellas. Tenemos que ser capaces de no dejarnos engañar por la emulación de los que tienen más y, así, todas las personas del mundo podrán consumir”, explica a Vida Nueva José Padilla, secretario general de la Comisión de Justicia y Paz de la CEE.

A su juicio, también resulta crucial en esta conducta la protección y defensa de la naturaleza, un ingrediente necesario para un modelo de desarrollo sostenible. “Somos sus administradores, hay que recordar que el mundo en el que vivimos tiene sentido aunque nosotros no estemos en él. En ocasiones, nuestro respeto al medio ambiente no es coherente con la Palabra de Dios”, apostilla indicando que, si bien los cristianos están llamados de forma especial a esta defensa, todavía son pocos los proyectos encaminados en esta línea.

Con las conferencias, en las que participaron Ferran Lluch, presidente de la comisión del Medio Ambiente y Ecología Humana del Arzobispado de Valencia, Salvador Giménez, obispo auxiliar de Valencia, Santiago García Aracil, arzobispo de Mérida-Badajoz y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Española, así como Ciriaco Benavente Mateos, prelado de Albacete y responsable de la comisión general de Justicia y Paz de la CEE, se mostró, a juicio de José Padilla, una “pluralidad positiva de las formas de conseguir un consumo respetuoso”.

Pretendemos generar la conciencia, la sensibilidad de que no es imprescindible dejarse arrastrar por la vorágine consumista que existe en la actualidad. Hay un alternativa posible y real”, añadió.

El comercio justo, la banca ética o las cooperativas que acercan al productor y al consumidor son algunas de las iniciativas presentes que pueden ayudar a lograrlo.

En el nº 2.656 de Vida Nueva.

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