La CEE quiere convertirse en ‘la voz de los que van a nacer’

Una polémica campaña recuerda que se protege más a los animales en vías de extinción

cartel-contra-aborto(José Lorenzo) La Conferencia Episcopal Española (CEE) quiere hacer de la Jornada Nacional por la Vida (25 de marzo) uno de los ejes que vertebre su forma de posicionarse ante la sociedad y, de paso, enviar mensajes a los gobiernos de turno (en este caso, del PSOE) sobre disposiciones legales con las que nunca transigirá y en las que siempre hará oír su voz. Aunque no guste. Al menos, ésta es una de las explicaciones para justificar la presentación ante los medios de comunicación, el pasado día 16, en su sede, de una campaña “para dar voz a los que van a nacer” y que haya ventilado, con dos notas de prensa con escaso “aparato crítico”, tanto el Día del Seminario como los datos sobre el número de alumnos que en toda España optan por la asignatura de Religión. Y, en ambos casos, las cifras hubiesen merecido una mayor explicación.

En todo caso, el objetivo de la citada campaña, cuyo lema es ¿Y yo?… ¡Protege mi vida¡ -en la que se sostiene que los animales en vías de extinción están más protegidos que los seres humanos-, ha conseguido el objetivo de notoriedad per- seguido, a la luz de las críticas que ha cosechado entre la clase política e, incluso, la conservacionista. “Queremos contribuir a la iluminación, clarificación y fortalecimiento de la conciencia de todos acerca de la necesidad de proteger la vida de los que van a nacer. Hay muchas distorsiones y falsedades al respecto”, señaló en la rueda de prensa el secretario general de la CEE, Juan Antonio Martínez Camino. Según él, el cartel y las vallas de la campaña “dan la voz a los que van a nacer”, porque “está muy bien que se proteja a los animales en vías de extinción, pero esta sensibilidad nos debe hacer reflexionar sobre la necesidad, no menor, de defender a los seres humanos que van a nacer”.

El también obispo auxiliar de Madrid, y ya ante las preguntas de los periodistas, afirmó que vivimos “en una situación masiva de desprecio a la vida humana”, y reclamó que, si el Código Penal contempla penas de prisión para quien vulnere la flora y la fauna, el derecho a la vida humana debería tener “protección jurídica”. En la actual legislación, recordó Camino, “el aborto es un delito”, y se empleó a fondo para eludir una respuesta directa a si las mujeres que abortan deberían ir a la cárcel. Lo que sí recalcó fue lo injustificable que sería “que nuestras leyes protejan menos la vida humana” que la de un lince, por ejemplo. “Tiene que haber una tipificación para una conducta lesiva para la vida humana. Una ley que no la proteja es una ley injusta”, afirmó.

Camino también se pronunció sobre el reciente caso del llamado “bebé-medicamento” de Sevilla -“la postura de la Iglesia es conocida: a favor de la vida de todos los seres humanos. No se puede eliminar a ninguno, y en el empleado en este caso, son eliminados”- y no descartó movilizaciones sociales en contra de la reforma de la ley del aborto, eso sí, siempre como fruto del “compromiso activo” de los fieles con las asociaciones en defensa de la vida y las decisiones que éstas decidan tomar al respecto.

En el nº 2.653 de Vida Nueva.

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