Francisco Escobar y José Torres, obispos de Teotihuacán y Gómez Palacios
(Pablo Romo Cedano– México DF) El 25 de febrero, Guillermo Francisco Escobar Galicia tomó posesión como obispo titular de Teotihuacán, una de las dos nuevas diócesis erigidas en México por Benedicto XVI a finales del pasado año. Nacido el 2 de abril de 1955 en Otumba, y tras estudiar Filosofía en Durango y Teología en el Instituto de Estudios Eclesiásticos de la Arquidiócesis de México, durante sus 25 años como sacerdote Escobar ha sido vicario episcopal, rector de la catedral metropolitana, vicario general y secretario ejecutivo del Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), y en los últimos meses se desempeñó como párroco de San Martín de las Pirámides, donde hoy se ubica la sede episcopal.
Se da la significativa circunstancia de que el territorio diocesano de esta nueva demarcación eclesial comprende la zona arqueológica más importante de Mesoamérica, Teotihuacán (en náhuatl, “ciudad de dioses”), que data del tiempo preclásico y que alcanzó su esplendor en el año 750 d.C. Como dato curioso, cabe destacar que el escudo de la nueva diócesis tiene justamente la Pirámide del Sol, que los teotihuacanos erigieron como observatorio y lugar para adorar al astro rey.
La segunda diócesis mexicana erigida en los últimos meses, y que acaba de recibir recientemente a su obispo, es la de Gómez Palacios, en el estado de Durango, nueva demarcación sufragánea de ésta arquidiócesis metropolitana, que junto con Mazatlán y la prelatura del Salto y Torreón, forman la región Vizcaya-Pacífico. Su titular es José Guadalupe Torres Campos, nombrado en diciembre de 2005 auxiliar de Ciudad Juárez, donde, además de vicario general, fue moderador de la Curia Diocesana, encargado de los asuntos económicos de la diócesis y reponsable del laicado y del diaconado permanente, entre otros menesteres.
Nacido en León (Guanajuato) hace 49 años, Torres fue ordenado sacerdote en julio de 1984 en esa misma ciudad. En su seminario fue también donde cursó sus estudios de Filosofía y Teología, para licenciarse luego en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad Gregoriana. Antes de que fuera nombrado obispo, se desempeñó en varias parroquias y en la Curia Diocesana de León y, en 1998, fue designado vicario episcopal para la zona pastoral de Irapuato.
Decenas de obispos del país, con el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEMA) y arzobispo electo de Tlalnepantla, Carlos Aguiar Retes, al frente, acompañaron a los pastores en la toma de posesión de las nuevas diócesis. Con ellas, ascienden a 90 las demarcaciones eclesiásticas en México.
En el nº 2.651 de Vida Nueva.
