Caesar Atuire: “La peregrinación debe tener una función misionera”

Director general de la Opera Romana Pellegrinaggi

caesar-atuire(Texto y fotos: Darío Menor) Caesar Atuire es un excelente ejemplo de la riqueza que África aporta a la Iglesia. Nacido en Ghana en 1967, es el director general de la Opera Romana Pellegrinaggi, la institución vaticana dedicada al turismo religioso. El propio Atuire, que habla perfectamente castellano y explica con pasión la labor del organismo en que trabaja, es uno de los impulsores del Festival Internacional de los Itinerarios del Espíritu (JOSP, en sus siglas en inglés), el exitoso evento celebrado recientemente en Roma que reunió a los principales protagonistas del turismo religioso mundial. 

¿Cómo nació la idea del JOSP?

Llevábamos desde hace  tiempo pensando en organizar un evento así. Cada año, millones de personas en todo el mundo realizan peregrinaciones. Guadalupe, en México, recibe anualmente a 12 millones de personas. A Lourdes, entre 8 y 9 millones, y hay otros lugares que también reciben muchísimos peregrinos. Pese a estas grandes cifras, no existía un sitio donde poner en común la experiencia de estos distintos santuarios. Nosotros pretendíamos crear un lugar donde se pudieran reunir todas las personas que están involucradas en las peregrinaciones. Juntos podemos reflexionar y entender mejor las nuevas tendencias. Además, también se puede atraer más al gran público, que muchas veces no conoce esta realidad. 

¿Qué valoración hace del encuentro?

Para mí tuvo un efecto catalizador. Desde el punto de vista de las ideas, hemos compartido nuestra visión acerca de la peregrinación, que debe ser algo abierto y no reservado, debe tener casi una función misionera. Veo que muchas personas no van a misa los domingos pero si se les propone la peregrinación, vuelven a encontrase con la fe. Otro aspecto es que la peregrinación debe servir para encontrar otras culturas, conocer sus tradiciones y entender así sus posiciones. No hay que olvidar finalmente que se trata de un importante momento social. Uno puede salir solo de su casa al comenzar la peregrinación, pero con ella se sumerge en una experiencia colectiva. En el mundo occidental, este último aspecto es muy importante, ya que las personas viven de modo aislado. Otro elemento que también tratamos es la preservación del medio ambiente. El turismo puede destrozar los lugares que se visitan, por lo que debe haber un esfuerzo de conservación. Además, hay que tener en cuenta que el turismo de masa llega a lugares donde existen unas grandes desigualdades sociales. La pobreza está al lado de hoteles de cinco estrellas y a la población local sólo se le dejan hacer trabajos serviles. Tenemos que comenzar a cambiar este modelo. 

caesar-atuire-2¿Qué pueden hacer para que el turismo religioso deje un menor impacto medioambiental?

El número de peregrinos es grande y no se puede limitar, lo que sí podemos intentar es minimizar sus efectos. Por ejemplo, en el camino entre Asís y Roma. También lo queremos hacer en el Camino de Santiago. Hemos proyectado albergues ecológicos que utilizan materiales de bajo impacto ambiental. Estamos preparando además un folleto de responsabilidad del peregrino y queremos crear algunas reglas para que las personas que se hospedan en estos lugares los cuiden y mantengan limpios. Hay que crear una sensibilización y una conciencia de responsabilidad. En algunas peregrinaciones vamos a incluir también la posibilidad de realizar voluntariado.  

¿Trabajarán de alguna forma particular con los jóvenes para atraerles a las peregrinaciones?

Sí, en el JOSP me sorprendí porque más del 30% de los asistentes fueron jóvenes. Había una gran cantidad de contenidos multimedia que les resultaron muy atractivos. Así pudieron ver que en las peregrinaciones no se está todo el tiempo rezando y que también hay momentos para el juego y la diversión. La alegría acompaña siempre a la experiencia de la peregrinación. 

2010 será Año Jubilar y el Camino de Santiago volverá a estar lleno de peregrinos. ¿Cómo se están preparando para ese evento?

Tenemos muy buenas expectativas. Queremos revalorizar también otros territorios, como La Rioja. Estamos intentando establecer un vuelo desde Italia al aeropuerto de Logroño-Agoncillo, que luego vaya a Santiago y, finalmente, vuelva a Roma. Así permitiríamos que se conocieran más maravillas como Santo Domingo de la Calzada. Además, estamos colaborando con el deán de Santiago de Compostela para lograr que toda la ciudad acoja al peregrino cuando llegue al fin de su camino. Debemos clarificar bien el significado del Camino para evitar que, como a veces sucede, algunos lo conviertan en una carrera. El Camino tiene que ayudar verdaderamente a la reflexión. 

¿Cómo puede influir la peregrinación en la fe de una persona?

La peregrinación logra condensar de una forma casi física la metáfora de la vida de cada uno. Al final, nuestra vida es un viaje hacia una meta que, para el creyente, tiene la dimensión de la trascendencia. En unos pocos días de peregrinación, si son bien vividos, la persona condensa mucho esta experiencia. El peregrino sale de su casa y camina buscando un encuentro con lo que representa el lugar al que se dirige. Es un poco lo que pasa con el viaje de la vida. Además, la peregrinación tiene otro aspecto importante que no se debe desdeñar. Los curas hablamos demasiado a las cabezas de las personas y poco al corazón. Con el viaje sucede lo contrario. Al movimiento del cuerpo acompaña un movimiento del espíritu. Para nosotros, cristianos que vivimos en una economía de encarnación, es importante porque, como dice san Juan, “el Verbo se hizo carne y puso su tienda entre nosotros”. La tienda es de un pueblo en camino, en movimiento, por tanto, el hecho de que Dios haya salido para acompañarnos en este viaje es un modelo de cómo se vive el cristianismo. Debe ser una religión muy encarnada, no sólo hecha de bellas palabras. El esfuerzo y el sudor del peregrino son importantes, hay que buscar a Dios con el cuerpo. La peregrinación es un vehículo de evangelización y catequización muy importante. Le doy un ejemplo. Cuando una persona va a misa, escucha el Evangelio del día y se imagina los lugares por donde pasó Jesucristo. Sin embargo, cuando esa persona viaja a Tierra Santa y luego regresa a su país, el Evangelio será distinto para ella, ya que ha vivido y tocado esa realidad. El cristianismo es una religión revelada e igual que existe una historia de la salvación, también existe una geografía de la salvación. Debemos recorrer ese camino.

Más de la mitad de la población católica se encuentra en América Latina. Teniendo en cuenta las limitaciones económicas de buena parte de esta población, ¿cómo se pueden fomentar entre ellos las peregrinaciones?

La tradición de visitar santuarios religiosos de otros países es muy reciente en esta región. Siempre se ha acudido a los santuarios locales; cada país tiene el suyo. Hablo de Guadalupe, Aparecida, Luján, Cubilete, San Juan de los Lagos… Lo mismo pasó en Europa cuando, durante la Edad Media, no se pudo visitar Tierra Santa. Fue entonces cuando surgieron muchos santuarios en cada país. Lo que nosotros tenemos que hacer es mejorar el transporte y conseguir su abaratamiento. El problema principal es económico, no de falta de ganas. Si cruzar el Atlántico cuesta 1.000 euros, eso significa que gran parte de la población de América Latina no puede permitírselo. Espero que encontremos formas de superar esta dificultad. Hay esperanza, ya que en el tráfico aéreo hay una tendencia hacia la búsqueda de reducción de costes. De momento, las compañías low cost no hacen vuelos de más de tres horas, pero esto cambiará. Los nuevos aviones consumen mucho menos, por lo que estoy seguro de que se abaratará el precio de los pasajes.  

En el nº 2.650 de Vida Nueva.

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