Cheque en blanco

Slumdog millionaire

(J. L. Celada) Tierna, dramática, esperanzada, a ratos frenética, por momentos sobrecogedora, siempre emotiva. Son tan diversos los estados de ánimo que Slumdog millonaire despierta en el espectador, que se agotan los adjetivos en una búsqueda inútil por describir la historia de Jamal Malik. Las peripecias de este joven huérfano indio, que Danny Boyle ha llevado a la gran pantalla, superan todo lo imaginable para instalarse en el terreno de lo inolvidable.

Su afanosa existencia ha alcanzado tal provisionalidad que, a sus escasos 18 años, este “perro callejero” criado en los suburbios de Bombay tiene ahora la oportunidad de conseguir ¡20 millones de rupias! Antes, sin embargo, deberá superar con éxito las preguntas que dan derecho a semejante bote y enfrentarse a un cruento interrogatorio policial que pruebe la limpieza de sus respuestas.

Y allí, en el conocido concurso ¿Quién quiere ser millonario? o en comisaría, mientras se alternan los tiempos narrativos, unos estudiados flashbacks nos revelan el origen de la sorprendente sabiduría de nuestro protagonista, pero, sobre todo, algunos episodios decisivos en su lucha extrema por la supervivencia. Sin escatimar recursos -visuales y sonoros-, el director de la no menos rompedora Trainspotting baja con su cámara a las entrañas de una urbe anegada por la miseria, la picaresca, la explotación infantil… Un escenario ciertamente hostil para el trío de pequeños mosqueteros atrapados en él.

Pero, como el cheque en blanco al que va añadiendo ceros hasta alcanzar el ansiado premio, Jamal se empeña en ser dueño también de su destino, otra hoja por estrenar que escribirá sobreponiéndose al azar y la fatalidad. Y el mejor modo de lograrlo es su determinación y, muy especialmente, el amor de la bella Latika. Junto a ella y su hermano, transcurren buena parte de los hechos recogidos en esta crónica social (del abandono, el desamparo, las guerras de religión…) y sentimental (de los milagros que obra un corazón enamorado) que el realizador británico conduce sin tregua hacia el estallido final de luz, color y pasión (con número musical incluido, hijo del mismísimo Bollywood).

Un cierre, sin duda, que puede pecar de convencional, pero que no desvirtúa la reconfortante sensación que deja Slumdog millonaire, una película llamada a ser la gran sorpresa de los Oscar y a hacerse un hueco entre las preferencias del público. Sólo queda agradecerle a Boyle este brillante regalo, una cinta que recupera para el cine dos de sus mejores bazas: la emoción y el espectáculo. Y para disfrutarla, no se precisa ayuda de comodines ni de muchas explicaciones. Basta con jugársela y poner los cincos sentidos en cada detalle. No se arrepentirán de la apuesta.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Slumdog millionaire

DIRECCIÓN: Danny Boyle

GUIÓN: Simon Beaufoy, sobre la novela de Vikas Swarup

FOTOGRAFÍA: Anthony Dod Mantle

MÚSICA: A.R. Rahman

PRODUCCIÓN: Christian Colson

INTÉRPRETES: Dev Patel, Anil Kapoor, Rifan Khan, Madhur Mittal, Freida Pinto

En el nº 2.649 de Vida Nueva.

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