La memoria de Hélder Câmara sigue todavía muy viva en Brasil

Se suceden los actos coincidiendo con el centenario del nacimiento del que fuera arzobispo de Recife

Helder Camara(Graziela Cruz-Brasil) Si estuviera vivo, monseñor Hélder Câmara, el “profeta del siglo XX”, habría cumplido 100 años el pasado 7 de febrero, fecha en la que se le recordó con varios homenajes en diversas partes del mundo. Sin embargo, el obispo brasileño falleció el 27 de agosto de 1999, a los 90 años de edad, tras dejar reiterados mensajes de paz y de solidaridad para Brasil y para el mundo en 23 libros y más de 7.500 meditaciones.

Nacido el 7 de febrero de 1909, en Fortaleza, capital de Ceará, Dom Hélder fue obispo y arzobispo auxiliar de Río de Janeiro y arzobispo emérito de Recife y Olinda. Pero no sólo fue conocido por su labor pastoral, sino por los múltiples trabajos desarrollados en el campo social y político. Fundó la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) en los años 50 e inspiró la creación del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y de Cáritas Brasil. Su figura enjuta y menuda fue presencia destacada en eventos internacionales, donde frecuentemente era invitado a impartir conferencias en las que ponía de manifiesto una manera de expresarse, con gestos amplios y frases rotundas, que contagiaba a las multitudes que lo escuchaban.

Conocido en Brasil y en el mundo entero por actuar en el campo de los derechos humanos, durante la dictadura militar brasileña (1964- 1989) fue perseguido por denunciar la tortura y la miseria, hasta el punto de ser acusado de comunista. “Si doy comida a un pobre -solía decir- me llaman santo, pero si pregunto por qué es pobre, me llaman comunista”.

Iglesia pobre y servidora

Dom Hélder defendía, también con sus gestos, que la Iglesia debía ser pobre y servidora. Y así, en Recife, vivió 21 años en una pequeña y pobre habitación junto a la sacristía de la iglesia de las Fronteras. En Río de Janeiro, fundó la Cruzada de São Sebastião, un espacio cedido por el ayuntamiento local donde levantó una iglesia, una escuela y un complejo de viviendas para los habitantes pobres del barrio de Leblon. A él se deben, asimismo, el Banco de la Providencia, para ayudar a las familias pobres, y la Operación Esperanza, que atendía a los damnificados por las inundaciones de Recife.

Las celebraciones por el centenario de su nacimiento comenzaron ya en 2008 y se extenderán hasta diciembre de 2009. El día 6, la Cámara de Diputados celebró una sesión solemne como homenaje al prelado. El día 7, el Instituto Dom Hélder Câmara (IDHeC), la Regional Nordeste 2 de la CNBB, la Universidad Católica de Pernambuco, la arquidiócesis de Olinda y Recife, el Gobierno del Estado y el Gobierno Municipal de Recife organizaron una jornada entera de homenajes. Las campanas de las iglesias de Recife y Olinda, ciudades donde pastoreó como arzobispo durante má de dos décadas respicaron a las seis de la mañana, al mediodía y a las seis de la tarde para recordar esta fecha. La iglesia de las Fronteras, en Recife, donde vivió y murió, fue también escenario de diversos homenajes.

La Empresa brasileña de Correos y Telégrafos (ECT) se sumó a los festejos con el lanzamiento de un sello postal, cuya tirada superará el millón de unidades, realizado por la artista Silvania Branco y que presenta a Dom Hélder soltando una paloma blanca, sobre la silueta de la iglesia de las Fronteras y, al frente, la sombra de algunos agricultores. En el patio de dicho templo, se procedió, además, a la inauguración de una escultura del arzobispo a tamaño natural, con gestos y expresiones típicas suyas, obra de Demetrio Albuquerque por encargo del propio municipio. Después de este acto, tuvo lugar el lanzamiento del CD El Don de la Paz, con 12 canciones sobre la vida y la obra del homenajeado.

Eucaristía y fiesta

Los actos conmemorativos concluyeron con una misa presidida por Geraldo Lyrio Rocha, presidente de la CNBB, tras la cual los celebrantes realizaron una visita a la casa donde vivió Dom Hélder y que será transformada en ‘Memorial’. El grupo carnavalesco Bloco da Saudade, que participaba anualmente en el cumpleaños del prelado, puso el broche final a este primer capítulo de celebraciones.

Otros países rindieron también homenajes a Dom Hélder: Adveniat coordinó los actos en Alemania; la Asociación Dom Hélder-Memoria y Actualidad, en Francia; y el clero local, en Canadá.
La Comisión Nacional de Presbíteros, vinculada a la CNBB, presentó en febrero de 2008 a la Congregación de las Causas de los Santos una petición formal de beatificación de monseñor Hélder Câmara. Más allá del resultado final de la misma, lo cierto es que el único brasileño propuesto cuatro veces para el Nobel de la Paz ya es considerado uno de los más importantes personajes de la historia de la Iglesia y de Brasil en el siglo XX.

En el nº 2.648 de Vida Nueva.

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