(M. de Miguel) “La crisis económica actual, que es también crisis financiera, cultural y de valores, tiene unas causas que hace falta conocer para poder encontrar soluciones técnicas que deben ser adecuadas y justas y que han de involucrar, sin duda, a toda la sociedad, con todas las instituciones y todas las personas”. Estas palabras, pronunciadas por el cardenal Lluís Martínez Sistach, resumen el eje central de las jornadas que entre el 9 y el 10 de febrero organizó la Facultat de Teologia de Cataluña bajo el título La situación económica global. A la búsqueda de unos criterios éticos.
Durante la conferencia inaugural, el arzobispo de Barcelona advirtió que “solamente con soluciones técnicas no se conseguirá solucionar adecuada y eficazmente la crisis actual y las severas consecuencias”, por lo que animó a buscarlas en el campo de los “grandes valores y grandes principios sociales, muchos de los cuales tienen su origen en el Evangelio”.
“Se trata de ir creando una cultura de la responsabilidad, del amor y de la solidaridad”, añadió el purpurado catalán. Por esa razón, reconoció la necesidad de superar “actitudes y comportamientos que han hecho posible esta crisis”, por ejemplo, conductas no orientadas al bien común y al interés general; falta de regulación financiera, o una vida económica marcada por la avaricia de la ganancia rápida, el derroche y la ostentación, tanto privada como pública, en prenda de un buen posicionamiento económico y social.
“Deseo recordar el contenido riquísimo y muy eficaz de la solidaridad para poder solucionar la crisis económica mundial y encontrar nuevos sistemas que armonicen más con los contenidos de la Doctrina Social de la Iglesia”, añadió. Como inspiración se refirió a la parábola del buen samaritano: acercarse al hermano que sufre, compartir con él los bienes y el tiempo y, juntos, buscar soluciones que alivien sus necesidades.
Michel Camdessus, gobernador honorario del Banco de Francia, Ricard Fornesa, presidente de Criteria Caixa Corp; y Carlos Losada, director general de ESADE, participaron en el encuentro que organizó la Facultat de Teologia.
