Zimbabwe está sufriendo un “genocidio pasivo“

Los obispos del sur de África exigen la dimisión inmediata del “ilegítimo” Mugabe

(M.Á. Malavia) Tras su Asamblea Plenaria, los obispos de Botswana, Suráfrica y Swazilandia, integrados en la Conferencia de Obispos Católicos del Sur de África, hicieron público el 26 de enero un comunicado en el que cargaban duramente contra el régimen “ilegítimo” de Robert Mugabe en Zimbabwe: “El tiempo de las conversaciones se acabó (…) Diez meses después de las elecciones de marzo de 2008, consideradas por todos como la expresión de la voluntad del pueblo de Zimbabwe, el presidente Mugabe y su entorno permanecen ilegítimamente aferrados al poder”. 

Los prelados tienen clara cuál ha de ser la hoja de ruta: “La dimisión inmediata debe anteceder a la formación de un gobierno de coalición, que sería el encargado de la preparación, en el menor tiempo posible, de elecciones generales bajo la supervisión internacional”.

Las críticas más fuertes de los obispos se dirigen a la Comunidad de Desarrollo de África del Sur (SADC), que ha fracasado repetidamente en sus intentos de mediación al tratar de consolidar la fórmula del gobierno de concentración, siendo una de las causas por las que el conflicto se está alargando indefinidamente. Ya el pasado 15 de septiembre la mediación de la SADC provocó que Mugabe llegara a un acuerdo con la oposición según el cual él se mantendría como jefe de Estado, mientras Morgan Tsvangirai, vencedor en las elecciones, desempeñaría el cargo de primer ministro. Sin embargo, Mugabe no ha movido un dedo para aplicar el plan. “Los líderes de los países que se adhieren a la SADC -sigue el comunicado de los obispos- deben aceptar que son cómplices en la creación de condiciones que han llevado al hambre, a la fuga, a la enfermedad y a la muerte a los ciudadanos de Zimbabwe. Esto es considerado, al menos, genocidio pasivo”.

Campaña solidaria

Además de la dura condena, los obispos del Sur de África han lanzado una campaña de ayuda inmediata a la población, la principal afectada por el caos que invade el país. El hambre ha motivado que tres millones de habitantes -casi un cuarto de la población- hayan tenido que cruzar la frontera. A ello se une la peor epidemia de cólera en 14 años y que desde agosto ha producido 3.000 muertes y 57.000 casos de contagio. Para paliar este drama, los obispos han pedido a todas sus parroquias y comunidades que hagan llegar a Zimbabwe un importante donativo para la compra de alimentos y medicinas. Además, han convocado en los tres países, para el próximo 15 de febrero, una jornada de oración y solidaridad con el pueblo zimbabwense.

En el nº 2.647 de Vida Nueva.

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