Custodio de Tierra Santa ante la Navidad: “¡Vayamos hasta Belén!”

Por su parte, Teodoro López, director del Centro Tierra Santa, asegura que en Belén “una luz brilla”

(Vida Nueva) Este año, todos los cristianos están llamados a caminar hacia Belén, sea físicamente o espiritualmente. Así lo ha dicho en su mensaje navideño el Padre Custodio de Tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa. “Para todos resuena la voz de los pastores que invita a ponerse en camino: ‘¡Vayamos hasta Belén!’. Y estoy seguro que una multitud infinita de peregrinos invisibles, en los misteriosos caminos del espíritu, se pondrá en marcha con nosotros para buscar la alegría”. La inseguridad económica de los tiempos que vivimos se convierte en una de las principales preocupaciones, según el Padre Custodio, pero está convencido de que “esto es sólo el signo exterior de una pobreza más profunda que aflige el alma”.

Y es que, a pesar de todo, “una luz brilla en Belén”. Así lo asegura el director del Centro Tierra Santa, Teodoro López. Esta semana, en las páginas de Vida Nueva, el franciscano hace un retrato de la ciudad betlemita en los días previos a la celebración de la Navidad. Sostiene que, a pesar del muro “de protección” que existe en Belén y que dificulta la vida diaria a los ciudadanos, a pesar de la continua emigración de cristianos que amenaza con dejar la ciudad sin ellos, a pesar del desprecio hacia los católicos que se fomenta en las escuelas o familias; a pesar de todo, la esperanza también está presente en sus calles

Además del gran número de visitantes que se esperan durante estos días (según las autoridades israelíes, el número de turistas a Belén durante los primeros nueve meses de este año se ha incrementado en un 96,5% con respecto a 2007), “no se ve tanta tristeza y mendicidad de los parados, niños incluidos. Se ha reactivado la economía de la ciudad en servicios hoteleros, restaurantes, guías de peregrinos y, sobre todo la actividad de la artesanía”. Pero, de manera especial, destaca la normalización de la vida política, que ha logrado, entre otras cosas, que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbás, se haya comprometido a conseguir la restauración del techo de la Basílica de la Natividad, que estaba en muy mal estado.

Benedicto XVI también ha dirigido en las últimas semanas un mensaje a los cristianos de Tierra Santa. En un discurso del 5 de diciembre a la Orden del Santo Sepulcro, el Papa dijo: “A estas queridas poblaciones cristianas, que siguen sufriendo a causa de la crisis política, económica y social de Oriente Medio (…) dirijo un pensamiento afectuoso, certificando particularmente mi cercanía espiritual a muchos hermanos nuestros en la fe que se ven obligados a emigrar”.

Más información en el nº 2.641 de Vida Nueva.

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