Sembrando esperanza en una África sufriente

Taizé convoca en Nairobi a 7.000 jóvenes para ser “instrumentos de reconciliación”

 

(Alberto Eisman– Nairobi) Del 26 al 30 de noviembre, bajo el lema Buscando juntos sendas de Esperanza, se ha celebrado en Nairobi uno de los encuentros internacionales de Taizé. Unos 7.000 jóvenes de diversas nacionalidades y continentes fueron acogidos en 2.500 hogares y participaron en momentos de oración, seminarios y talleres en 70 iglesias, espacios públicos y centros de diversas confesiones cristianas de la ciudad. 

El anuncio de este encuentro se realizó en las convulsas semanas posteriores a los conflictos post-electorales de principios de año, que se saldaron con la muerte de 1.200 personas y el desplazamiento forzoso de cientos de miles de kenianos. En un momento tan clave para un país que se recupera de su página más sangrienta y para la estabilidad de la región, Taizé ha querido ser un factor de cohesión y reconciliación, convocando a tantos jóvenes que han vivido intensamente tanto la preparación espiritual y logística de estas jornadas como su celebración en diferentes puntos de esta gran urbe.

El encuentro de Taizé ha querido estar muy próximo a los pobres del continente y, de manera particular, a las mujeres y a ese 60% de kenianos que malvive bajo el umbral de la pobreza, habitando inmensos barrios de chabolas en condiciones infrahumanas. Tal como señalaba el hermano Alois, prior de la comunidad de Taizé, en la vigilia de oración del día 27: “Aquí en África, los sufrimientos por los que pasa la gente no les quita su dignidad. Las dificultades no hacen que sus vidas se priven de alegría (…) Son muchas las personas que se niegan a tirar la toalla por desesperanza. Con frecuencia son las mujeres las que están en primera línea; ellas son las que asumen tantas labores en la familia y en la sociedad y lo hacen con ingenio y perseverancia”.

Durante este encuentro, los peregrinos de Taizé han visitado los “lugares de sufrimiento y esperanza”, sitios donde –en medio de la miseria– personas y grupos llenos de coraje e iniciativa siguen luchando por un mañana mejor, por una educación para sus hijos y por unas condiciones de vida más dignas. 

Participación y compromiso

Este encuentro se ha visto especialmente enriquecido por participantes de países que sufren o han sufrido el azote de la violencia y la guerra: Ruanda, Uganda, Mozambique, Sudán y –de una manera particular– la región del Kivu en la R. D. del Congo. Como mencionó el P. Muigai, capellán de la Juventud de Nairobi, los jóvenes de Taizé serán de una manera muy especial “instrumentos de reconciliación, amor y paz para todos” en situaciones de desesperanza y dolor. 

En el nº 2.639 de Vida Nueva.

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