Nigeria: la religión no es el origen de los enfrentamientos

El arzobispo de Abuja dice que tras la violencia postelectoral “hay una clara dimensión política”

(Vida Nueva) La Iglesia nigeriana ha desmentido que el origen de la violencia que se ha suscitado en los últimos días en Jos, capital del estado de Plateau, y que ha dejado un trágico balance de cientos de muertos y miles de desplazados, sea religioso. “Hay una clara dimensión política de esos incidentes”, ha dicho John Onaiyekan, arzobispo de Abuja, en un mensaje difundido por Fides el pasado 1 de diciembre.

También hace un llamamiento al Gobierno para que asuma su responsabilidad de “garantizar la seguridad de la vida y de las propiedades de los ciudadanos, sobre todo mediante la vigilancia, la firme e imparcial aplicación de la ley y del orden, de la justicia y en general del buen gobierno”. El estallido de violencia se produjo un día después de las elecciones locales en el país y se habla de que pudo estar motivado por las acusaciones de fraude vertidas por la oposición en los comicios.

Lamentablemente están quienes buscan una ventaja política citando la religión, que es cínicamente manipulada, usada y víctima de abusos. Éste es un motivo más por el que todos los líderes religiosos deben unir sus fuerzas para liberar la religión de aquellos que tratan de secuestrarla y darle una mala fama”, ha denunciado Onaiyekan. El arzobispo ha dado a conocer que está en contacto con el presidente del Consejo Supremo Nigeriano para asuntos islámicos, Muhamad Saád Abubakar, para tratar “de promover juntos mensajes de paz” y ha pedido a las autoridades estatales y federales “intensificar los esfuerzos para restablecer la paz y la tranquilidad del estado“, así como una investigación para “descubrir a los verdaderos planificadores, promotores y auspiciadores de estos incidentes, y llevarlos frente a la justicia”.

Por otra parte, en declaraciones a Radio Vaticana el pasado lunes, el arzobispo de Abuja ha hablado de las relaciones entre cristianos y musulmanes en Nigeria, que asegura que, en general, son buenas. Asimismo, ha explicado que en el último año los contactos entre los líderes cristianos y musulmanes han sido frecuentes para restablecer la paz: “Estamos haciendo progresos, pero a nivel local no siempre podemos controlar lo que dice un imán en una mezquita o un sacerdote en una Iglesia“.

Más información en el nº 2.639 de Vida Nueva.

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