CONFER aprueba en asamblea la renovación de sus estatutos

Entre las novedades, las estructuras diocesanas y regionales serán sustituidas por otras zonales

(M. Gómez– Foto: Luis Medina) Finalmente, CONFER tiene nuevos Estatutos. En su XV Asamblea General, una de las más importantes de los 54 años de historia de la institución -celebrada en Madrid del 11 al 14 de noviembre-, cerca de 400 superiores y superioras mayores dieron su aprobación a la reforma estatutaria, y lo hicieron con un “amplísimo consenso”, según la agencia IVICON. Entre los puntos principales del nuevo texto, las CONFER regionales y diocesanas van a ser sustituidas paulatinamente por una estructura en zonas.

Los religiosos llevaban meses inmersos en esta reforma. El presidente y el secretario general adjunto de CONFER, Alejandro Fernández Barrajón y José Oltra, respectivamente, estuvieron a princi- pios de mes en Roma, presentando el borrador de los estatutos al prefecto del dicasterio vaticano para la Vida Consagrada, el cardenal Franc Rodé. Tras la decisión de esta XV Asamblea General, los estatutos han vuelto a la Congregación vaticana, a la espera de la aprobación definitiva, a partir de la cual entrarán en vigor.

Por otra parte, además de ratificar el resultado económico del pasado ejercicio y los presupuestos para el próximo, la Asamblea aprobó tres propuestas concretas en este campo: el nuevo modelo económico que establece una cuota única para todas las congregaciones, la distribución de la cuota de CONFER para el funcionamiento de las CONFER zonales, y que la Junta Directiva estudie el modo de optimizar los recursos patrimoniales. Por último, se ha confirmado la integración de la Federación de Religiosos Sociosanitarios (FERS) en la estructura de la institución.

Estas votaciones ocuparon el último día de la XV Asamblea General, día en el que también intervino el cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, con la ponencia Horizontes de futuro para la vida religiosa. Sus ánimos fueron recibidos con aplausos por los participantes, a los que exhortó a encarar con valentía el futuro: “La vida religiosa mira con serenidad al pasado y no tiene absolutamente miedo al futuro”. “Queremos a la vida religiosa tal como es”, dijo en otro momento, y apuntó que hay que quererla “tal y como es hoy”. Y aunque haya muchas ocasiones en las que los consagrados se pueden sentir acosados, el franciscano les animó a seguir siendo “muy libres”. “Nadie os impide amar a los demás. No estamos empobrecidos, pero queremos ser pobres”, y luego recordó que “no hay una situación de vacío y de carencia en la que no esté presente la vida consagrada”.

Amigo presidió también la Eucaristía de clausura de la Asamblea. En la homilía invitó a los consagrados a “dar la vida por los demás, sin que se note, con sencillez”, a “practicar la misericordia con entusiasmo” y a hacer de “la necesidad del hermano nuestra obediencia”.

Así concluían cuatro días de trabajo conjunto en los que hubo momentos para todo. Por ejemplo, para el compromiso de Jesús Sanz, presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada: “Como obispos -les dijo- queremos acompañaros con todo nuestro afecto y con toda nuestra responsabilidad”. Sanz manifestó su agradecimiento “por tantas cosas hermosas de vuestra entrega y vuestra vida” y les alentó a seguir construyendo “caminos que clarifican los malos entendidos” sin dar “pábulo a quienes nos tergiversan, nos azuzan y enemistan”.

O, también, para rendir un pequeño homenaje a Leonor García, religiosa de la Compasión y que fue secretaria general de CONFER hasta hace unos meses, que ha ejercido “una valiosa labor animadora”, destacó Fernández Barrajón.

CUATRO FRONTERAS

En esta XV Asamblea General, cuatro religiosos abordaron un tema de constante interpelación para la vida consagrada: Cómo salimos al encuentro de todos con las actitudes de Jesús. En el ámbito educativo, y ante el reto de la increencia y la indiferencia, Inmaculada Tuset sostiene que hay que ayudar a dar respuesta a los interrogantes importantes de la vida, optando por una educación que esté atenta a la diversidad y que sea inclusiva, e incidiendo en una “misión compartida”. Para Inmaculada Eibe, hay que estar en la frontera con los jóvenes porque son quienes experimentan con más fuerza “la búsqueda de un horizonte”; lo prioritario es “estar con ellos, descubrir la presencia de Dios en la novedad del tiempo actual”. Felicísimo Martínez explicó que la vida religiosa no puede “abandonar la reflexión teológica so pretexto de dedicarse a la experiencia de Dios”, sino que debería hacer “una teología trascendente que nos lleve hasta las fuentes del ser, del sentido”. En cuanto a la frontera de la exclusión, Rosaura Rodrigo pidió ser “una presencia silenciosa pero amorosa”, anclada en la experiencia de Dios y poniendo a las personas en el centro.

En el nº 2.637 de Vida Nueva.

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