Antonio González Zumárraga, emérito de Quito, murió el día 13 a los 83 años
(J. L. C.) El cardenal ecuatoriano Antonio José González Zumárraga, arzobispo emérito de Quito, falleció el día 13 en la capital del país, a los 83 años de edad, según informaron fuentes de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE).
Sus hermanos en el Episcopado, de visita ad limina en Roma, elevaron sus oraciones a Dios por el alma del purpurado durante la Eucaristía de Acción de Gracias que celebraron ese mismo día en Santa María la Mayor por la canonización pocas horas antes de su compatriota santa Narcisa de Jesús. La ceremonia contó también con la presencia del vicepresidente de la República, Lenin Moreno, los embajadores de Ecuador en el Vaticano y ante Italia, así como una nutrida delegación oficial y peregrinos del país latinoamericano.
En su nota oficial, la CEE invita “a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles católicos a dar gracias a Dios por la obra” de quien califica como “entrañable amigo” y “celoso pastor”, cuya “huella de su generosa y fecunda entrega a los demás es perceptible entre nosotros”. Al día siguiente, y tras ser velados en la Catedral Metropolitana de Quito, sus restos mortales recibieron cristiana sepultura en la cripta del templo.
Antonio José González Zumárraga nació en Pujilí (Cotopaxi) el 18 de marzo de 1925, y fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951. Doctorado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca, fue consagrado obispo el 15 de junio de 1969, primero como auxiliar de Quito, luego como titular de Machala y, finalmente, desde 1985, como arzobispo de la capital, sucediendo al cardenal Pablo Muñoz Vega.
Entre la CEE y el CELAM
Presidente y vicepresidente de la CEE entre 1987 y 1992, González Zumárraga participó en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano celebradas en Puebla (1979) y Santo Domingo (1982). En el seno del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), presidió el Departamento de Catequesis y fue miembro de las comisiones de Vida Consagrada y de Vocaciones y Ministerios, además de consejero de la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).
El también primado de Ecuador fue creado cardenal por Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de febrero de 2001. Tras presentar la renuncia en 2003, sus últimos años los dedicó a colaborar en el tribunal eclesiástico nacional de apelación para causas matrimoniales y estuvo al frente de la organización del III Congreso Americano Misionero (CAM3), celebrado en Quito en agosto.
En el nº 2.632 de Vida Nueva.