Argentina peregrina a la Virgen de Luján

Allí, el cardenal Bergoglio llamó al millón de fieles a saber escuchar

(Washington Uranga– Buenos Aires) Una multitud que, según los organizadores, superó el millón de fieles caminó desde Buenos Aires hasta el Santuario de la Virgen de Luján, patrona nacional, el primer fin de semana de octubre. Los peregrinos, en su mayoría jóvenes, cubrieron a pie los 70 kilómetros que separan la capital del santuario mariano entre cánticos y rezos acompañados por grupos de voluntarios que realizaban tareas de apoyo auxiliando a quienes desistían por la fatiga o aquejados por algún tipo de dolencia.

La tradicional manifestación religiosa, que se realiza cada año en la misma fecha, se hizo esta vez bajo el lema Madre, enséñanos a escuchar. Apoyándose en esa formulación, el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y presidente del Episcopado, se preguntó: “¿Qué es lo que nos impide escuchar?”, respondiéndose que “es el querer imponer lo que yo siento, lo que yo creo, lo que yo quiero”.

Ante los peregrinos reunidos en la explanada de la basílica el domingo día 5 por la mañana, Bergoglio, rodeado de un grupo de obispos y sacerdotes, recordó “cuántas cosas cambiarían en el trabajo, en el barrio, si nos escucháramos. Cuántas cosas cambiarían en nuestra patria, si aprendiéramos como pueblo a escucharnos”. A pesar de que Bergoglio no hizo referencia concreta a persona o entidad alguna, sus palabras fueron interpretadas por varios medios locales como una crítica al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, a quien desde la oposición se le señala incapacitada para la escucha y la apertura al diálogo.

En otro momento de su homilía, el cardenal dijo también, extendiendo su crítica a quienes “no escuchan” los reclamos del pueblo, que lo hacen porque prefieren “dominar al otro” o “simplemente no les interesa el otro”. Y agregó que “escuchar al otro es detenerme un poquito en su vida, en su corazón y no pasar de lado como si no me interesase”.

La peregrinación a Luján se inició en 1975, en tiempos de enorme turbulencia política y social en Argentina que precedieron al golpe militar de marzo de 1976. Entonces, fueron aproximadamente unos 30.000 jóvenes los que se congregaron por primera vez rogando a la Virgen por la paz social y la concordia entre los argentinos. Desde esa oportunidad, la peregrinación se realizó anualmente de manera ininterrumpida, incluidos los años de la dictadura militar (1976-1983), congregando un número cada vez mayor de fieles hasta llegar a la cifra actual, en torno al millón de peregrinos, que se ha mantenido en las últimas ediciones.

En el nº 2.631 de Vida Nueva.

Compartir